viernes, 12 de diciembre de 2008

Prevención de la depresión en la adolescencia

Prevención de la depresión en la adolescencia.

A pesar de que la depresión tenga en parte, un origen genético, cierto es, que una actitud pesimista ante la vida es un elemento detonante y determinante en su aparición.

Muchas familias, están dejando de ser el elemento que aportaba recursos muy útiles, que facilitaban al adolescente, el objetivo de lograr esas competencias básicas que le servirán para toda la vida y le enseñaban a ser, a respetar, comunicarse y a encajar los diferentes problemas futuros.

Podemos afirmar que puede que haya aumentado en nuestra sociedad, la tendencia al aislamiento, la insatisfacción y la dependencia, la falta de compromiso, el individualismo, el bajo rendimiento académico, la falta de esfuerzo y la necesidad de cubrir sus necesidades aquí y cuando yo lo diga.

Los problemas de relación, ya sea con los compañeros o con los padres suelen ser el elemento que incide de una manera muy importante en la aparición de la depresión

Un adolescente deprimido tiene menos amigos, se relaciona peor, es menos simpático y su concentración y memoria disminuyen, con lo que su autoestima y autoconcepto, están más bajos de lo que habitualmente debiera ser.

Podemos afirmar que dos deficiencias importantes, que se manifiestan en la aparición de la depresión juvenil son:

· La falta de capacidad para relacionarse.
· La forma de interpretar los reveses y contratiempos de la vida.

Así mismo, numerosas investigaciones demuestran que los estados depresivos en jóvenes mejorar si les enseñamos a:

· Modificar las pautas de pensamiento.
· A hacer amigos.
· A relacionarse mejor con sus padres.
· A comprometerse con actividades sociales atractivas.

Está meridianamente claro, que debemos desarrollar en nuestros adolescentes tanto la inteligencia creativa como la emocional, y que éstas, se pueden desarrollar.

Descuidar la inteligencia emocional y sólo fijarse en los contenidos académicos, puede conducir al adolescente a la depresión, la agresividad o a los trastornos alimentarios.

Pero seguro que todos nos preguntamos ¿Qué lo que les debemos enseñar, para evitar los procesos depresivos?


A nuestros adolescentes les debemos enseñar a:

1. Hacer frente a estados de ánimo como la ansiedad, el abatimiento o el enfado.

2. Capacidad para identificar, expresar y controlar los sentimientos.

3. La habilidad para controlar sus impulsos.

4. Las gratificaciones no son inmediatas.

5. Manejar las sensaciones de tensión y de ansiedad.

6. Dominar los impulsos diferenciando entre los sentimientos.

7. Controlar el impulso de actuar.

8. Aprender a adoptar las mejores decisiones emocionales.

9. Identificar las distintas alternativas de acción y sus posibles consecuencias.

10. Saber escuchar.

11. Saber resistir a las influencias negativas.

12. Asumir la perspectiva de los demás.

13. Capacidad de interpretar los signos emocionales y sociales.

Debemos lograr que nuestros adolescentes utilicen un protocolo de actuación que sirva para el control de los impulsos (D. Goleman 1996)

· Detente, serénate y piensa antes de actuar.
· Expresa el problema y di cómo te sientes
· Proponte un objeto cumplido
· Piensa en varias soluciones.
· Piensa de antemano las consecuencias
· Sigue adelante y trata de llevar el mejor plan.

Tenemos para que nuestros jóvenes, tengan una mayor autoconciencia emocional profundizando en el conocimiento de las emociones y los sentimientos.

Insistiremos en el control de las emociones, mejorando la tolerancia a la frustración y el mejor manejo de la ira, buscando que tengan una menor impulsividad y un mayor autocontrol.



Es muy importante que vean que es fundamental asumir el punto de vista del otro, tener una mayor capacidad para escucharlo y una mayor sensibilidad hacia los sentimientos de los otros.

Debemos enseñarles a resolver los conflictos y negociar los desacuerdos, así como que deben ser más solidarios, cooperadores, participativos y sociables.

La función principal que debe tener el profesor, además de proporcionarles esta serie de herramientas es la informar a la familia cuando detecte algunos de los síntomas que pueden ser el comienzo de una depresión para atajar el problema cuanto antes; y para ello, es necesario una mayor observación y diálogo con nuestros alumnos.

Trastorno bipolar

INTRODUCCIÓN:
Si usted o alguien que es importante para usted ha sido diagnosticado de trastorno bipolar (también llamada psicosis maníaco-depresiva o P.M.D.) se puede sentir como si fuese la única persona que tiene que enfrentarse con esta enfermedad. Pero no está solo. En España, alrededor del 1,3% de la población adulta tiene su mismo problema.
El momento del diagnóstico, al tratarsede una enfermedad mental crónica, es difícil para muchas personas; el temor y la incertidumbre son las reacciones más frecuentes. Por ejemplo, muchos enfermos inicialmente piensan que para los problemas de tipo mental no hay solución; esto les lleva a no tener confianza en los tratamientos y a sentir que su vida se ha visto definitivamente arruinada con el diagnóstico. Sin embargo, afortunadamente existen tratamientos efectivos para este problema que pueden ayudarle a recobrar y mantener una vida normalmente satisfactoria y productiva. Con esta guía intentamos dar respuesta a las preguntas que usted, y muchas otras personas antes de usted, se han hecho sobre esta enfermedad al ser diagnosticados y que son responsables de gran parte del sufrimiento y el temor que aparece ante el desconocimiento del significado y pronóstico de este trastorno.
¿QUÉ ES EL TRASTORNO BIPOLAR?¿POR QUÉ EL TRASTORNO BIPOLAR ES UNA ENFERMEDAD?
Los seres humanos tenemos altibajos de ánimo; en un mismo día incluso podemos sentirnos eufóricos por la mañana ante la idea de iniciar nuestras vacaciones y tremendamente hundidos por la tarde al enterarnos de que algún familiar padece una enfermedad grave. La felicidad, la tristeza y la ira son emociones normales y una parte esencial de la vida diaria. Porque la tristeza y la culpa son sentimientos desagradables buscamos la manera de evitarlos y tratamos de construir una vida que nos permita experimentar más sentimientos de satisfacción y alegría. Es decir, las emociones nos permitenprocurar un estado de bienestar para nosotros y las personas que nos importan porque nos ayudan a reaccionar ante los cambios que se producen a nuestro alrededor.
En contraste, las personas que sufren un Trastorno Bipolar tienen unos altibajos que suelen terminar entorpeciendo su bienestar por ser excesivamente acentuados o desproporcionados con los motivos que los desencadenan y por haber perdido la variación normal del estado de ánimo en función de las circunstancias. Estos altibajos y la pérdida de las cualidades normales del estado de ánimo afectan a los pensamientos, sentimientos, salud física, comportamiento y funcionamiento. El trastorno bipolar no es culpa de la persona que lo padece, ni es el resultado de una personalidad “débil” o inestable, es una enfermedad médica (como lo puede ser el asma o la diabetes) que tiene un componente genético y para la que hay medicamentos específicos.
¿QUÉ ES SER BIPOLAR?
Se considera que una persona padece un trastorno bipolar si a lo largo de su vida ha sufrido una alternancia entre períodos en los que su estado de ánimo ha sido francamente depresivo y otros (al menos uno) en los que era de euforia. Hasta aquí, todos podríamos ser diagnosticados de trastorno bipolar, por eso habrá que definir por qué estos estados llegan a ser “patológicos” o a constituir una enfermedad.
Cualquiera entendería que estos “altibajos anímicos” son un “trastorno” si por causa de ellos la persona ha tenido problemas en su trabajo, tiene dificultades para mantener a lo largo del tiempo las relaciones con otras personas u observamos variaciones muy importantes en su forma de reaccionar ante la vida y sus conductas dependiendo de si está eufórico o depresivo. Es decir, que las emociones no son compatibles con su búsqueda de bienestar sino que se ha convertido en cierto modo en “ un esclavo de su estado de ánimo”, que le impide llevar una vida normal.
Los períodos en los que predomina claramente un estado de ánimo se llaman fases. Así, cuando lo que prima es la tristeza se habla de una fase depresiva y cuando lo hace la euforia o exaltación del ánimo se dice que la persona está en fase maníaca.
La alternancia de fases suele producirse con periodos intermedios de relativa normalidad del estado de ánimo, aunque no es infrecuente que el cambio de un estado a otro se produzca sin dar tiempo a estanormalización, en cuyo caso se habla de un “viraje” (p.ej., cuando de una temporada de ánimo exaltado y euforia se pasa en unos días a una fase depresiva).
Así, muchas personas describen gráficamente su problema de ánimo comparándolo con una montaña rusa y los científicos que estudian la enfermedad hacen gráficos en los que reflejan las “subidas” y “bajadas” del estado de ánimo como “picos” y “valles” que se alternan con “mesetas” de estabilidad. La figura 1 describe la evolución a lo largo de los años de las fases de enfermedad de un paciente bipolar:
PERO NO ESTÁ SOLO
El Trastorno Bipolar o Psicosis Maniaco-depresiva afecta, según los últimos estudios, a más del 1 % de la población. Para quienes lo padecen y las personas de su entorno este trastorno puede ser muy perturbador, pero tiene que saber que no está solo en la enfermedad. De hecho, afectados y familiares en muchos países del mundo se han unido para constituir asociaciones que proporcionan un apoyo inestimable a todos aquellos que comparten sus mismas dificultades. Al final de este folleto informativo le facilitamos las señas de algunas de ellas. También pueden contactar con algunas de las asociaciones en la red (internet), encontrarán las direcciones en las últimas páginas así mismo.
¿DE QUIÉN ES LA CULPA?
La bipolaridad suele aparecer en la adolescencia o al principio de la edad adulta. Aunque también puedenencontrarse casos en niños son mucho más infrecuentes.
Cuando se produce el diagnóstico de la enfermedad, una reacción frecuente es la de intentar explicarse su causa o incluso nombrar a alguien “responsable” de su aparición. No son infrecuentes los casos en que el enfermo se autoculpa al pensar que no ha sabido controlar sus emociones o que atribuye el problema a alguna faceta concreta de su educación. Sin embargo, y aunque distinguir la influencia que hayan podido tener causas biológicas o condicionantes psicológicos (el ambiente o la educación, por ejemplo) es difícil, en el trastorno bipolar se ha comprobado un importante componente orgánico (biológico).
Así, aunque la probabilidad de transmisión de padres a hijos de la enfermedad es baja, no es raro encontrar en la familia de las personas afectadas otros parientes con depresiones o con trastorno bipolar. A pesar de ser mucho más infrecuente, también se ha visto que el trastorno del ánimo de algunos pacientes estaba relacionado con otro problema médico (como una alteración del tiroides o alguna enfermedad neurológica).
¿CUÁNDO COMIENZA EL TRASTORNO BIPOLAR?
El trastorno bipolar comienza generalmente en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta; aunque puede aparecer a veces durante la niñez, o incluso a los 40 ó 50 años.
Puesto que la enfermedad tiene dos formas distintas de manifestarse que se alternan: la depresión y la manía, el paciente puede debutar primero con una depresión o inicialmente con un episodio de euforia y exaltación (manía). Muchas veces esta primera “crisis” de la enfermedad no se diagnostica como trastorno bipolar porque no se ha comprobado todavía la existencia de las dos fases que son imprescindibles para hablar de “bi-polaridad” (oscilación entre los dos polos del ánimo).
Cuando alguien con más de 50 años tiene por primera vez un episodio maníaco, es muy probable que la causa sea algún otro problema que imita el trastorno bipolar, como los efectos de algunas drogas, alcohol, algunos medicamentos, algunas enfermedades neurológicas...
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE DIAGNOSTICAR Y TRATAR EL TRASTORNO BIPOLAR TAN PRONTO COMO SEA POSIBLE?
Las personas con trastorno bipolar visitan de media a tres o cuatro médicos y pasan más de ocho años antes de ser diagnosticados y tratados correctamente. Un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a evitar algunas complicaciones:
suicidio: el riesgo es más alto en los años iniciales de la enfermedad;
abuso de alcohol/ otras sustancias: más del 50 % de las personas con trastorno bipolar abusan del alcohol u otras drogas durante la enfermedad;
problemas matrimoniales y de trabajo: el tratamiento mejora las perspectivas para un matrimonio estable y un trabajo productivo;
dificultades del tratamiento: hay evidencias que indican que cuantos más episodios de altibajos tenga una persona, más difícil será tratar los episodios posteriores, que pueden ocurrir con más frecuencia;
tratamiento incorrecto, impropio o parcial: una persona diagnosticada por error de depresión a secas en lugar de trastorno bipolar puede recibir antidepresivos sin medicamentos que protejan contra el viraje a fase maniaca. Los antidepresivos pueden ocasionar episodios maníacos y hacer que la evolución de la enfermedad sea peor.
¿QUÉ CAUSA EL TRASTORNO BIPOLAR?
No hay una causa única del trastorno bipolar, pero las últimas investigaciones sugieren que es un problema heredado relacionado con la falta de estabilidad en la transmisión de impulso nervioso en el cerebro. Este problema bioquímico hace a las personas con trastorno bipolar más vulnerables a la tensión emocional y física. Ante circunstancias como un contratiempo de la vida, el consumo de drogas, la falta de sueño u otra estimulación excesiva, los mecanismos del cerebro no trabajan adecuadamente para restaurar el funcionamiento normal.
El trastorno bipolar tiende a repetirse en algunas familias en las que varios miembros padecen el mismo problema. Sin embargo, si usted tiene el trastorno bipolar y su cónyuge no lo tiene, sólo existe una probabilidad de un 1 aun 7 % de que su hijo lo desarrolle.
Esta teoría de una doble causa de la enfermedad: la vulnerabilidad innata (congénita) más un estímulo ambiental, es similar a las teorías propuestas para muchas enfermedades médicas. En las enfermedades del corazón, por ejemplo, una persona podría heredar la tendencia a tener la tensión alta que hace que se reduzca gradualmente el suministro de oxígeno al corazón (vulnerabilidad biológica). Aún así, hará falta un esfuerzo físico importante o una tensión emocional (estímulo ambiental) para que la persona llegue a desarrollar un dolor en el pecho o tener un ataque al corazón si el suministro de oxígeno baja demasiado. Al igual que los pacientes que han tenido un infarto deben cuidar su estilo de vida y tomar medicación, el tratamiento para el trastorno bipolar se centra en tomar los medicamentos adecuados y cambiar el estilo de vida para reducir el riesgo de altibajos (actuar sobre los estímulos ambientales permite prevenir la aparición de descompensaciones del ánimo).
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL TRASTORNO BIPOLAR?
Para entender los síntomas propios de esta enfermedad basta recordar la influencia que los estados ánimo tienen en:
nuestra sensación de energía y nuestro impulso a hacer cosas (cuando estamos desanimados todo nos cuesta trabajo y nos sentimos abatidos, sin energía, se afecta también la vitalidad de nuestros movimientos; así, no es raro que por la postura y la forma de caminar de alguien a veces podamos deducir su estado de ánimo);
el pensamiento y los recuerdos (la forma en que interpretamos o valoramos un pequeño contratiempo según estemos en una temporada de desánimo o de euforia puede variar enormemente y también lo hacen nuestra manera de ver el futuroo incluso de valorarnos a nosotros mismos). También cuando estamos tristes nos vienen a la memoria con más facilidad los recuerdos negativos que los positivos y viceversa cuando estamos animosos;
nuestra actividad: como consecuencia de la alteración del pensamiento y del grado de activación, todas nuestras actividades, desde las más instintivas (como dormir o comer) a las más complejas (las que podamos realizar en nuestro trabajo) se ven afectadas.
Así, según la fase en la que se encuentre la enfermedad se producirán unos síntomas u otros. Durante el proceso del trastorno bipolar pueden ocurrir cuatro tipos diferentes de fases o episodios:
Manía (episodio maníaco): la manía frecuentemente comienza con un sentimiento agradable de mayor energía, creatividad y mejora de las habilidades sociales. Las claves son la exaltación y aceleración del pensamiento, la actividad e incluso el lenguaje que llevan a la aparición en un episodio maníaco de los siguientes síntomas que deben durar al menos una semana:
la persona se siente extraordinariamente eufórica con una sensación de bienestar que a veces se acompaña de irritabilidad
tiene menos necesidad de dormir, pero no se siente cansado, tiene mucha energía
habla tan rápidamente que otros no pueden seguir su conversación
tiene pensamientos acelerados y sin control (igual que el lenguaje)
se distrae tan fácilmente que salta de un tema a otro y de una actividad a otra continuamente
tiene un sentimiento de plenitud que le llega a creer en ideas exageradas acerca de su poder, grandeza o importancia
hace cosas temerarias sin pensar en las posibles consecuencias negativas, como gastar demasiado dinero, actividad sexual impropia, hacer inversiones en negocios desconocidos
En casos muy severos, puede tener alucinaciones (oyendo o viendo cosas que no están ahí ) o ilusiones (creyendo firmemente en cosas que no son verdaderas).
La persona que se encuentra en una fase de manía típicamente no entiende que tenga ningún problema e incluso culpa con cólera a cualquier persona que le señale lo inadecuado de su comportamiento. La causa es que muchas de las vivencias resultan muy agradables para el enfermo (algunas personas tienen la sensación de estar “mejor que nunca” o “en el mejor momento de sus vidas”), especialmente si ha pasado ya por la terrible experiencia de la depresión, quiere disfrutarlas y no es capaz de valorar adecuadamente las desventajas o los riesgos que implican (con frecuencia se producen pérdidas económicas importantes, despidos laborales, rupturas de pareja...).
Hipomanía (episodio hipomaniaco): la hipomanía es una forma más leve que la manía, con síntomas parecidos, pero menos graves, siendo el deterioro también menor. Durante los episodios hipomaniacos, la persona se siente mejor y es más productiva. Estas sensaciones hacen que las personas a veces abandonen la medicación para buscar este estado. Sin embargo, con demasiada frecuencia hay que pagar un precio muy alto por la hipomanía, ya que ésta suele acabar en manía o depresión.
Quitar todo aquello que moleste para dormir: pendientes, reloj... y utilizar ropa de cama y colchón cómodos.
Procurar un aislamiento sonoro y lumínico del espacio donde se duerme.
Mantener una temperatura ambiental adecuada (preferiblemente habitación agradablemente fresca).
Evitar aparatos eléctricos enchufados en las cercanías de la cama.
Depresión (episodio depresivo mayor): los síntomas siguientes están presentes al menos durante dos semanas:
se siente triste, decaído, melancólico o pierde interés por las cosas con las que disfruta habitualmente
tiene problemas para dormir, generalmente se despierta demasiado temprano ( más raramente duerme demasiado)
pérdida de apetito (menos frecuentemente aumenta el apetito)
problemas para concentrarse o tomar decisiones
siente que todo va muy lento o se siente nervioso
se siente inútil o culpable o tiene baja autoestima
le falta energía, está como cansado durante todo el día
puede, incluso, tener ganas de morir o quitarse la vida
Episodio mixto. Quizás los episodios más debilitantes sean los que incluyen síntomas de manía y depresión al mismo tiempo. Se siente irritable, como en la manía, a la par que triste.
CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE TRASTORNO BIPOLAR:
T. Bipolar TIPO I
Cuando la persona tiene episodios maníacos sólo o acompañados de episodios depresivos. Si usted ha tenido hasta ahora sólo un episodio maníaco tendrá un T.bipolar I y probablemente tendrá más episodios maníacos y depresivos si no comienza un tratamiento farmacológico ¡YA!
T. Bipolar TIPO II
Si usted sólo ha tenido episodios hipomaníacos con o sin depresión, pero no maníacos tiene un tipo II. Este tipo es difícil de reconocer porque la persona se encuentra “muy bien”, duermen poco y están muy activos. Pero existe el peligro de tener depresiones y si sólo combatimos éstas con antidepresivos puede desencadenarse un episodio maníaco grave.
CICLOTIMIA
Es un trastorno bipolar “suave”, tiene altibajos más leves pero igualmente mantenidos en el tiempo.
T. Bipolar de CICLACIÓN RÁPIDA
Tienen esta variante de la enfermedad aquellas personas con más de cuatro episodios al año, en cualquier combinación (hipomaniaco, maníaco, depresivo). Esta forma se ve en el 15% de las personas con trastorno bipolar.
¿CÓMO EVOLUCIONA LA ENFERMEDAD?
Varía bastante de unas personas a otras. Algunas tienen igual número de episodios maníacos y depresivos, otras no. La media es tener alrededor de cuatro episodios (entre maníacos y depresivos) durante los primeros diez años de la enfermedad. Los hombres suelen empezar con un episodio maníaco y las mujeres con uno depresivo.
Las personas sin tratamiento tienen peor evolución, con más episodios y, en general, que revisten mayor gravedad.
En algunas personas influye mucho la estación del año: manía en verano y depresión en invierno (patrón estacional).
La duración de cada episodio es muy variable, días, semanas o meses. Las depresiones suelen durar más que las manías/hipomanías (hasta 6 meses).
Algunas personas se recuperan totalmente después de cada episodio y otras continúan teniendo síntomas más leves durante un tiempo. Con un tratamiento eficaz y controlado por un psiquiatra la recuperación suele ser mejor.
PAPEL DEL PACIENTE
La persona que tiene un trastorno bipolar debe tomar la medicación correcta prescrita por su psiquiatra y controlada por éste. A veces, existe la tentación de dejar el tratamiento llevados por pensamientos del tipo: “...si ya estoy curado, llevo 1 año sin síntomas...”, ES UN ERROR.
Muchas de las recaídas más graves y que con frecuencia requieren hospitalización son el resultado de este error. Cualquier modificación de la dosis de sus fármacos debe ser consultada con el médico; las retiradas bruscas suponen para la persona un riesgo añadido de recaer mayor del que tendríadejada la enfermedad a su evolución natural.
Además de con la medicación, usted podrá mejorar el control de la enfermedad si lleva una vida sana, duerme 8 horas, cuida la regularidad en los horarios, evita el estrés, no toma alcohol ni otras drogas...
Usted es el más interesado en su salud, así que debe cuidarla.
TRATAMIENTO
No hay duda de que para cualquier problema médico lo ideal sería que existiese un tratamiento que “curase la enfermedad”; es decir, que eliminara la causa que lo produce y así quitar de golpe todos los síntomas que nos alteran la vida (como sucede, por ejemplo, cuando alguien sufre una infección y se trata con los antibióticos adecuados) . Si esto se consiguiese de forma rápida y sin apenas efectos secundarios, sería un “tratamiento perfecto”.
Lamentablemente, como hemos ido viendo, la causa del trastorno bipolar es sumamente compleja y hasta ahora no se ha encontrado la “pastilla mágica” que cure por completo y erradique el problema de raíz.
Esta enfermedad se acerca más al modelo de la hipertensión o la diabetes, que son enfermedades crónicas que no tienen un tratamiento curativo, con las que hay que aprender a convivir día a día, llevando una vida sana y un tratamiento regular. Como en esos casos cuando la enfermedad está bien controlada hay pocas complicaciones y apenas interfiere en la vida normal de las personas que la padecen, aunque obliga a seguir un tratamiento de por vida (a nadie se le ocurriría al notarse bien con la insulina, dejar de ponérsela todos los días “para ver si ya no la necesita” y lo mismo ocurre con la medicación que controla la tensión arterial).
Otro inconveniente de la medicación es el de quenecesita un tiempo para comenzar a hacer efecto (en general entre una y dos semanas) y también constancia en las tomas.
Sin embargo, en contraposición a la idea derrotista de que “no hay cura”, podemos afirmar con optimismo que el trastorno bipolar es una de las enfermedades para las que contamos con mayor arsenal terapéutico (en continua ampliación gracias a la investigación) y cuya correctautilización permite reducir mucho las limitaciones e inconvenientes propias de la enfermedad.Existen tres tipos o grupos fundamentales de tratamientos farmacológicos: estabilizadores del humor, antipsicóticos y antidepresivos; cada uno de ellos con un papel diferente y en distintos momentos de la enfermedad.
TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS:
A continuación incluimos una breve descripción de los principales grupos de medicamentos, entre paréntesis y después del nombre del principio activo (o sustancia química responsable de los efectos terapéuticos) se incluyen algunos de los nombres comerciales con los que se vende esa sustancia en la farmacia:
Estabilizadores del humor. Como principal representante de este grupo está el litio (Plenur) y otros fármacos usados inicialmente para la epilepsia, como la carbamacepina o el valproato, que han demostrado ser útiles en esta enfermedad.Tienen la misión de “fortalecer” los mecanismos de regulación del humor de los que hablábamos antes, para evitar que se “descontrolen” los sentimientos hacia “demasiada” tristeza o alegría. Su efecto se deja notar sobre toda la “montaña rusa” suavizando los “picos” (episodios maniacos)y “valles” (episodios depresivos) para tratar de que la gráfica del ánimo se parezca lo más posible a una “meseta” o , como mucho a suaves colinas y valles. Como su misión es proteger o prevenir hay que tomarlos diariamente y a largo plazo, como los antihipertensivos o los fármacos que controlan el azúcar. Si se dejan de tomar, puede que no se note nada al principio (igual que tardan tiempo en comenzar a hacer efecto, tardan en dejar de hacerlo), pero estamos dejando sin protección nuestro “animostato” (mecanismo regulador del ánimo, como el termostato regula la temperatura) y a medio-largo plazo, aumentamos el riesgo de recaída.
Antidepresivos. Los más utilizados de este grupo son los ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina), por ej. paroxetina (Motiván, Seroxat, Frosinor), sertralina (Aremis, Besitran)...Son necesarios para el tratamiento de algunas fases depresivas. Es decir no actúan sobre la tendencia a los altibajos en general, sino sólo sobre los “valles” de la curva, los episodios de ánimo bajo, suavizando la profundidad del “bache” depresivo y facilitando que el paciente salga antes del mismo.Hay que tomarlos siempre bajo prescripción medica, puesto que la toma deun antidepresivotiene para las personas con trastorno bipolar (cuyo ánimo responde exageradamente a los estímulos) el riesgo de desencadenar un episodio maníaco (o viraje a una fase maníaca). Digamos que es como estar en un columpio que oscila entre un punto de depresión hacia otro opuesto de la manía. Si tomamos un antidepresivo sin control es como si diéramos un rápido empujón desde la depresión, que acabe en la manía. Para evitar esto usamos la protección del estabilizador del ánimo. Además se deberán ajustar la dosis y la duración del tratamiento a las características de cada persona y vigilar estrechamente la respuesta al tratamiento; por eso es tan importante seguir el consejo médico. Igual que los anteriores, tardan un tiempo en comenzar a hacer efecto, y de forma inmediata solo se notan los efectos negativos, pueden producir molestias de estómago, dolor de cabeza...” que van desapareciendo en el plazo de una semana-diez días (que tarda en “acostumbrarse el cuerpo”) dando paso a los efectos beneficiosos.
Antipsicóticos. Estos fármacos fueron inicialmente ideados para tratar la esquizofrenia y otros trastornos de tipo psicótico (los más clásicos han sido el Haloperidol o la Clorpromacina). Por este motivo, y porque al ser la indicación principal el prospecto del medicamento sólo habla de su utilidad en este otro tipo de enfermedades mentales, a muchas personas con el trastorno bipolar les alarma que el médico les recete esta medicación. Sin embargo han demostrado ser fármacos muy útiles tanto para controlar las subidas patológicas del ánimo (episodios maníacos) como para las creencias fuera de la realidad que pueden aparecer en fases graves dedepresión o de manía. Dentro de este grupo, los más usados en la actualidad son los “antipsicóticos atípicos”, de más reciente aparición y con menos efectos secundarios ,entre los que se encuentran olanzapina (Zyprexa), risperidona­ (Risperdal), etc.
El tratamiento del trastorno bipolar no es algo estable, como no lo son las manifestaciones clínicas de la enfermedad que pueden variar muchísimo según el paciente esté en una fase u otra e incluso para la misma persona unas fases maníacas son muy distintas de otras.Puesto que no todos los fármacos son útiles en distintas fases; igual que cambiamos la dieta a medida que el frío nos envuelve, cuando se acerca el verano o cuando tenemos un gasto físico mayor, el “cóctel” de pastillas hay que ir combinándolo en función de las distintas circunstancias (como lo haría un buen cocinero, a veces hay que ir mezclando los distintos ingredientes de forma magistral para lograr un resultado exquisito y adecuado). No es una simple suma de pastillas, entre ellas se complementan para intentar conseguir la máxima reducción de síntomascon los mínimos efectos secundarios.
Por tanto, es muy importante que entre médico y paciente se establezca un diálogo. Pocoa poco uno va conociendo mejor los síntomas de la enfermedad y aprende a identificar laspequeñas manifestaciones tempranas que anuncian una descompensación, así como los efectos indeseables de uno u otro medicamento; describir con detalle los síntomas, así como los posibles efectos secundarios de la medicación abrirá una puerta a la negociación. Cuando no existe una buena comunicación con respecto a estos temas se pueden producir problemas de toma inadecuada que son peligrosos; por ejemplo, una persona puede decidir dejar de tomar una medicación que es imprescindible para tratar una fase maníaca porque le produce un leve mareo sin saber que se trata de un efecto transitorio o que se puede evitar tomando más líquidos o al contrario, puede aumentar por su cuenta un fármaco que le fue bien en otra ocasión e intoxicarse.
Para implicarse en el tratamiento es importante conocer correctamente los beneficios y riesgos de cada medicación así como los controles que hay que seguir, por lo que vamos a hablar a continuación de los fármacosmás usados dentro de cada grupo.
Estabilizadores:
Litio (Plenur) comprimidos.
Es un elemento químico, una molécula muy simple que estudiamos en la tabla periódica, junto al sodio y al potasio. Está en nuestro organismo en cantidades ínfimas que normalmente no aparecen en los análisis. Y no es que falte en el trastorno bipolar, sino que se ha comprobado que sirve para reforzar los mecanismos de regulación del estado de ánimo.
Es un tratamiento muy útil, pero delicado porque hay una diferencia relativamente pequeña entre la cantidad necesaria para conseguir el efecto terapéutico y la cantidad que puede resultar tóxica para el organismo. Es decir, se necesita controlar el nivel que alcanza el fármaco en la sangre para asegurarnos de que estamos dando suficiente dosis para conseguir los efectos beneficiosos que buscamos, pero no tanta como para desencadenar una intoxicación. Además de estar en relación con la dosis que tomemos (que debe ajustarse con el análisis de sangre) el nivel que el medicamento alcanza en nuestra sangre después de tomarnos la pastilla depende de otras variaciones corporales (ej. deshidratación), de la toma de otras medicaciones, de la sal que contenga nuestra dieta, de la edad... Por eso hay que seguir una serie de consejos:
Tomarla todos los días de la forma que indica el médico.
No interrumpirlo sin consultar.
Realizar los análisis de control.
No reducir la cantidad de sal en las comidas.
Y siempre consultar en caso de que aparezcan síntomas de intoxicación: diarrea intensa, vómitos frecuentes, deshidratación, fiebre o ante nuevas cisrcunstancias que puedan modificar los niveles del medicamento en sangre: embarazo, o la necesidad de tomar otros tratamientos: diuréticos (usados en la retención de líquidos, hipertensión, edemas...) analgésicos (¡ojo con tomarse algo para el dolor sin consultar al médico!), antiinflamatorios no esteroideos (como el ibuprofeno, paracetamol... usados muchas veces para el dolor o la gripe).
Tan importante como todo esto será también comunicar al médico las posibles molestias que pueden aparecer con el tratamiento: temblor, aumento de peso, diarrea, vómito, o ciertas reacciones cutáneas. Pueden ser paliadas, así que sería una pena renunciar a este preciado tratamiento por ese motivo, sin consultarlo antes. Entre otras cosas, porque el litio es como un amigo rencoroso, si te olvidas de él un tiempo y vuelves a llamarle ya no te hace tanto caso (pierde parcialmente su eficacia).
Carbamacepina (Tegretol) comprimidos. Con esta pastilla también hay que realizarse análisis periódicamente y consultar, como en el litio, ante la toma de otros fármacos. Las molestias más frecuentes que produce son digestivas, y nerviosas, en forma de mareos, vértigos y visión borrosa. Con su derivado de reciente aparición, oxcarbamacepina (Trileptal), se producenmenores efectos secundarios y no esnecesario controlar el nivel en sangre.
Valproato (Depakine) Existe en comprimidos y en solución. Produce sobre todo molestias digestivas, aumento de peso, temblor y sedación. Hay que tener cuidado al tomar otros fármacos al mismo tiempo
Antiepilépticos de aparición reciente: lamotrigina, gabapentina...
Antidepresivos.
Paroxetina (Seroxat, Motiván, Frosinor)
Sertralina (Aremis, Besitran)
Como ya anticipamos, deben usarse bajo prescripción médica y en el trastorno bipolar conviene asociarlos a estabilizadores o antipsicóticos para evitar riesgos. Así, es muy importante estar atentos a signos de viraje hacia manía y comunicar cualquier cambio al médico. Los efectos adversos suelen iniciarse desde la primera toma, ser leves, e ir cediendo a los largo de los días. Tardan unas dos semanas en comenzar a tener efecto y es necesario continuar con la toma de la medicación durante meses (siempre a criterio del médico), para evitar recaídas al suspenderlos Las molestias son fundamentalmente digestivas: nauseas, estreñimiento, disminución del apetito... y nerviosas: astenia, somnolencia, mareos, cefalea, temblor, sudoración, retraso en la eyaculación...
Antipsicóticos .
Olanzapina (Zyprexa): los efectos mas importantes que produce son la somnolencia y la posibilidad de aumento de peso.
Risperidona (Risperdal): en ocasiones produce rigidez o contracturas musculares que pueden solucionarse añadiendo algún medicamento que antagonice estos efectos adversos
OTROS TRATAMIENTOS:
T.E.C. (Terapia Electro-Convulsiva). También llamado “electrochoque”.Consiste en aplicar sobre el cerebro un estímulo eléctrico que produzca una activación generalizada mediante los electrodos que se sitúan sobre la piel a ambos lados de la frente. Se trata de un tratamiento que se utiliza únicamente en episodios depresivos graves o con alto riesgo de suicidio. Si bien es cierto que, debido al uso indiscriminado y como medio de castigo que se hizo en los antiguos manicomios siglos atrás, existen muchos prejuicios y recelo con respecto a esta modalidad de tratamiento; en la actualidad sigue siendo la alternativa más rápida y eficaz en casos severos.Hoy en día el tratamiento se administra con una anestesia general de duración muy breve (de 5 a 10 minutos) de forma que ya no se producen convulsiones y el paciente no nota en absoluto la corriente. Los efectos secundarios más importantes son pequeños fallos de memoria que se suelen recuperar en el plazo de unas horas.
Psicoterapia: está indicada para aprender a aceptar la enfermedad y sus repercusiones. Muy útil cuando entrenaen el reconocimiento de síntomas, cumplimiento del tratamiento farmacológico y hábitos de vida saludables
Grupos de apoyo: proveen un entorno para la aceptación mutua, la comprensión y el descubrimiento de uno mismo. Los participantes desarrollan un sentido del compañerismo dentro del grupo porque todos han vivido dificultades similares en relación con la enfermedad. Se pueden enseñar unos a otros estrategias útiles para hacer frente a los distintos tipos deproblemas derivados de su trastorno (cómo detectar los primeros indicios de una descompensación, hábitos saludables para evitar recaídas, cómo detectar los síntomas de una intoxicación por litio...) que les permiten una mejor adaptación y una mayor conciencia de enfermedad.
EL PAPEL DEL PACIENTE EN LA PREVENCIÓN Y AFRONTAMIENTO DE RECAÍDAS
Que a uno le diagnostiquen una “enfermedad crónica” es un golpe difícil de aceptar; ya sea “tener azúcar”, colesterol.... o un trastorno bipolar, supone un gran esfuerzo de concienciación yadaptación. A todos nos cuesta seguir una dieta durante mucho tiempo, renunciar a tomarnos unas copas o tener que tomar una pastilla diariamente.
Esto empeora si la causa por la que debemos hacer estos sacrificios no es bajar el colesterol, sino una enfermedad “mental”.
Pero como todas las enfermedades citadas, el trastorno bipolar es una carrera de fondo, en la que el esfuerzo paso a paso se ve recompensado a la larga. Aquí, los participantes juegan un papel primordial a la hora de conseguir el triunfo y las claves indiscutibles del éxito son:
El Cumplimiento del tratamiento farmacológico.
Más de un tercio de los pacientes han dejado el tratamiento dos o más veces sin consultar con su médico. Teniendo en cuenta que el abandono de la medicación es, según muchos estudios,la causa más frecuente de recaída y todos los médicos insisten hasta la saciedad en este punto; parecería por la frecuencia de los abandonos que uno tiene que recaer y pasarlo mal, para descubrirlo por uno mismo. Generalmente transcurridos unos años de tratamiento muchas personas aprenden de esta experiencia y disminuye el número de recaídas por esta causa. Se aprende así que la medicación es imprescindible para evitar que la situación se deteriore tanto como para tener que acabar en el hospital, después de haber ocasionado situaciones conflictivas, algunas irreparables.
Y no sólo es dejar la medicación el problema, hay muchas formas de tomarse “mal” el tratamiento. Muchos pacientes utilizan distintos razonamientos para no seguirlas indicaciones:“tomarse sólo el antidepresivo, porque se encuentran muy bien durante la manía, pero no en la depresión”; “tomarse sólo el litio porque es un fármaco natural”; “tomar más para mejorar más rápido”...y así hasta un sinfín de excusas, que no suelen resultar más que en un autoengaño.
Hábitos de vida saludables fomentados en Terapia Psicológica.
La base de la enfermedad es, como decíamos, una sensibilidad especial del “animostato” de nuestro organismo, con tendencia a descontrolarse hacia estados extremos y descontrolados, de euforia o depresión. Así, si hay estímulos que a todos nos alteran el ánimo, como la falta importante de sueño o algunos tóxicos, éstos pueden desencadenar crisis afectivas importantes en personas cuyo ánimo es más vulnerable o sensible de lo normal.
Por eso se recomienda especialmente y de forma general: REGULARIDAD, en todos los aspectos, pero sobre todo, en los hábitos de sueño. Dormir menos de siete horas supone un riesgo de sufrir una fase maniaca o hipomaníaca. Y dormir más de diez aumenta las posibilidades de desencadenar un episodio depresivo. Duerma, por tanto, de 6 a 8 horas al día, evitando excepciones.
Evite situaciones de estrés. Procúrese un espacio para si mismo, rebaje la tensión mediante ejercicio físico moderado o actividades gratificantes y aprenda a relativizar los problemas.
No se someta a dietas excesivas. Aumentan la irritabilidad y la ansiedad y provocan cambios metabólicos y hormonales que pueden desestabilizar el ánimo. Tenga cuidado con las “pastillas adelgazantes” suelen contener derivados anfetamínicos que pueden provocar un viraje maniaco.
Mantenga un patrón regular de actividad. No se exija demasiado a sí mismo. Intente reducir la tensión en el trabajo. Para una buena productividad a largo plazo, lo mejor es evitar las recaídas y para ello hay que mantener día a día una actividad constante evitando periodos de sobre-exigencia en los que se produzca un estrés importante.
Evite el consumo de excitantes, como el café, sobre todo por la tarde-noche. Cuanto menos alteremos el patrónde sueño, mejor.
Evitar consumo Tóxicos
Si por tener un trastorno bipolar somos especialmente sensibles al estrés, los cambios de luz o las horas de sueño, no digamos al uso de drogas. El consumo, aunque sea una vez, de determinadas sustancias como la cocaína, anfetaminas, o drogas de diseño, además de las consecuencias generales que tendría para cualquier persona, puede resultar suficiente para causar la descompensación, complicar el curso de la enfermedad o desencadenar la aparición de síntomas psicóticos.
El alcohol o el cannabis (hachís o marihuana) también pueden contribuir a las descompensaciones.
No es extraño que las personas con este problema utilicen, a veces sin ser plenamente conscientes de ello, el alcohol y otras sustancias como una especie de “medicación” que en el momento les ayuda a calmar síntomas ansiosos o depresivos. Sin embargo, diversos estudios demuestran que cuando al trastorno bipolar se añade el consumo de estas sustancias el pronóstico empeora radicalmente.
Autoobservación y reconocimiento de síntomas fomentados en Terapia Psicológica
Es una de las herramientas máseficaces para prevenir recaídas.
Se ha visto que la mayoría de los pacientes recaen siguiendo “su propio patrón”. Esto quiere decir que la secuencia en la que aparecen las alteraciones del pensamiento, el ritmo de sueño o el comportamiento cuando se produce una descompensación varía bastante de unos enfermos a otros pero es muy estable para un mismo paciente. Por eso es tan importante conocerse a uno mismo, observar o recordar cuáles fueron los primeros cambios que se produjeron antes de recaer. Fíjese, por ejemplo, en cuántas horas duerme; la disminución de las horas de sueño con la sensación de que “sobra energía y no necesita dormir” suele ser un síntoma típicoque avisa de la aparición de una fase maníaca. Esté atento también a encontrarse más irritable, tolerar peor a sus compañeros y familiares. Ojo a tener muchas ganas de hablar y estar más bromista.
Puede ser útil registrar estas sensaciones en una especie de diario o agenda y puntuar su intensidad de uno a diez.
Escuche a las personas de confianza
A veces las cosas se ven más claras desde fuera que desde dentro; especialmente en el caso de los síntomas de euforia, tan difíciles de identificar para la persona que los sufre, pero no los “sufre”. Por eso es importante aprender a escuchar los comentarios de los que nos rodean. A veces no es fácil; creemos que están excesivamente sensibilizados o que tienden a protegernos demasiado, nos suena todo a crítica o nos sentimos realmente bien y no pensamos que eso sea parte de una enfermedad.
Consulte a su médico y/o psicólogo.
Así como otros especialistas disponen de analíticas y pruebas de imagen para averiguar el estado de sus pacientes; el psiquiatra y psicólogo tienen únicamente para elaborar un diagnóstico la información que le proporciona el propio paciente. Por eso es fundamental tener un diálogo claro y sincero conel especialista. Por ejemplo, confesar que no se ha seguido correctamente el tratamiento o que se han hecho “excesos” en la vida diaria puede evitar que su psiquiatra cambie el tratamiento por pensar que no está siendo eficaz y descarte un medicamento que podía irle bien.
Describir con detalle las variaciones que se producen entre una y otra visita. Aunque parezcan “tonterías” como el aumento del deseo sexual, o el gusto por los tonos vivos de la ropa, pueden ofrecer información valiosa a la hora de regular la medicación.
Hablar claramente de los efectos molestos de la medicación antes de dejar de tomar por iniciativa propia la medicación y, si hace falta, insistir.
¿QUÉ HACER ANTE UNA RECAÍDA?:
Ante el inicio de una fase de euforia:
aumente el número de horas de sueño hasta 10.
limite el número de actividades: cancele compromisos y situaciones estresantes. Dedique un máximo de 6 horas al día a estar activo. Acuda al médico si necesita baja laboral.
no intente vencer la euforia “por agotamiento”. En su estado no se cansará, sino que empeorará cada vez más la situación hasta hacerse incontrolable.
no se deje engañar por la sensación de felicidad y omnipotencia; recuerde que puede tener consecuencias muy negativas y ser el paso previo a la depresión
evite los estimulantes: café, té, bebidas energéticas, el deporte excesivo, el alcohol y las drogas (excitantes o relajantes).
posponga decisiones económicas y consulte con personas de confianza. No se deje llevar por el impulso (puede arrepentirse cuando no tenga solución).
comente sus “grandes ideas y planes geniales” con otras personas (que le parezcan sensatas y conozcan su enfermedad) y tome en cuenta su opinión.
CONSULTE CON SU PSIQUIATRA Y/O PSICÓLOGO
Ante el inicio de una depresión:
duerma máximo nueve horas.
no se automedique!
no tome decisiones importantes, su capacidad de juicio está sesgada por su estado de ánimo.
intente aumentar el número de actividades y hacer ejercicio físico ligero, aunque no le apetezca.
no se sienta culpable por estar así. Usted no controla los síntomas de su depresión, al igual que no podría bajar el colesterol concentrándose en ello.
en la medida que sea capaz, someta a crítica y no dé excesivo valor a sus ideas de inferioridad, pesimismo y desesperanza: son parte de la enfermedad, no corresponden a la realidad.
CONSULTE CON SU PSIQUIATRA Y/O PSICÓLOGO
TENER UN FAMILIAR CON TRASTORNO BIPOLAR.
Que diagnostiquen cualquier enfermedad crónica a uno de nuestros familiares supone un gran impacto. Si se trata de una enfermedad mental, a la carga que representa convertirse en “cuidador” se añade el peso del tabú que todavía envuelve a estos trastornos y las dificultades para comprender que las conductas “extrañas” son el resultado de estados mentales que nos son desconocidos. No es fácil entender que los cambios en la sexualidad, el aumento de la irritabilidad, los gastos económicos excesivos o la prepotencia ante amigos o compañeros de trabajo puedan ser resultado de una visión del mundo y de uno mismo que sólo se conoce si se atraviesa una fase de manía (una experiencia que la mayor parte de la gente no tiene). Así, esta enfermedad lleva a su espalda una larga lista de separaciones de pareja, despidos laborales o rupturas de relaciones de amistad.
La situación se complica aún más cuando la persona que padece el trastorno bipolar aún no ha podido asumir que tiene una enfermedad y se niega aceptar el tratamiento (ocurre con más frecuencia si predominan los episodios maníacos).En este caso los familiares tienen el difícil papel de juzgar el riesgo de la situación e intentar convencer al paciente de la necesidad de acudir a urgencias o solicitar un traslado forzoso al hospital (una situación que se hace muy penosa para el enfermo y su familia pero que en muchas ocasiones es imprescindible para evitar males mayores y abre la puerta para empezar un tratamiento psiquiátrico ambulatorio).
Es necesario conocer bien la enfermedad para comprender a la persona y evitarculparla por conductas que son parte de un problema médico y que el paciente a veces no puede controlar. Al mismo tiempo, los familiares tienen a veces la difícil función de ser “el otro yo” del enfermo bipolar y confrontarle con sus ideas falsas o su visión sesgada de las cosas y de sí mismo. En definitiva, llegar a ser un factor de estabilización para nuestro familiar enfermo requiere mucha paciencia y ser capaz de lograr un delicado equilibrio entre preservar su capacidad de autonomía y responsabilidad y proteger y servir de apoyo.
No hay que olvidar, sin embargo, que en general las personas con esta particular sensibilidad del ánimo son gente imaginativa, creativa, generosa y sensible, con una capacidad de afecto que tiene un tinte especial y que, bien tratados, pueden pasar incluso varios años sin experimentar ninguna crisis que limite en ningún aspecto su capacidad para llevar una vida normal.
Puede ser útil en estas fases de remisión de la enfermedad realizar con el paciente planes y acuerdos que eviten problemas en futuros episodios de la enfermedad, como controlar conjuntamente las cuentas bancarias, las tarjetas de crédito o los vehículos y concretar cómo se va a actuar ante el inicio de los síntomas.
En este trastorno es especialmente importante el papel de la familia y de la gente cercana. Informarse de la enfermedad, ponerse en contacto con el médico que lleva el caso para colaborar en el plan de tratamiento e informar de la evolución y potenciar los hábitos de vida saludables son partes cruciales del apoyo de familiares y amigos. Además de esto es primordial:
Aprender a detectar síntomas de recaída:
A veces son las personas de alrededor las que se dan cuenta de pequeños cambios que avisan de una recaída. Detectarlos es muy importante para tomar las medidas necesarias y que no evolucione hacia algo mucho más grave.
Será útil estar atentos a cambios en el estado de ánimo sin motivos concretos o cambios en el carácter: la persona tímida que está muy extravertida o alguien risueño y bromista que se encuentra progresivamente más apagado...; pero también aprender a distinguir entre un día bueno y la hipomanía o un día malo y la depresión.
Así, son signos de que una fase maníaca se acerca: la disminución de la necesidad de dormir, con aumentodel nivel de actividad (Ej. Encontrarse al paciente realizando tareas a altas horas o muy temprano, cuando debería estar durmiendo); el aumento de lairritabilidad, expresada con malas contestaciones o poca tolerancia a situaciones más o menos intrascendentes (que hay que entender como parte de la enfermedad y no como algo personal); un habla excesiva, rápida y en tono alto, con dificultades para escuchar; la aparición de nuevos intereses, proyectos, ideas... de manera repentina, etc.
Y avisan del comienzo de una depresión: la pérdida de interés por las cosas que antes más le gustaban (p.ej. un aficionado al fútbol que no ve los últimos partidos pudiendo hacerlo; la desgana o la sensación de cansancio; la pérdida de apetito...
Qué hacer ante las ideas de suicidio
Las ideas de muerte son parte de la sintomatología depresiva.
Uno se ve sin ganas de nada, sin ilusión y sin fuerzas para lo que debe hacer. Tiene sentimientos de minusvalía, de que es un estorbo o incluso de que tiene la culpa de la infelicidad de quienes le rodean. No ve luz tras el túnel y cree que eso nunca va a mejorar. De ahí las ideas de muerte.
Esta visión del mundo y de sí mismo tiene que ver con “el cristal ahumado” de la depresión, a través del cual el enfermo lo ve todo negro. En general, con el tratamiento antidepresivo el paciente mejora y deja de desear la muerte.
Aunque la mayor parte de las personas que sufren un trastorno bipolar nunca llegan a hacer un intento de suicidio (incluso cuando hayan podido desear morir); lo trágico de las muertes producidas por esta causa y el hecho de que sean pérdidas completamente evitables hacen necesario poner todo el esfuerzo en prevenirlas.
Ante cualquier sospecha, por tanto, habráque ponerse en contacto con el psiquiatra. Nos tienen que llamar la atención tanto las amenazas que haga el paciente, como las manifestaciones de intensa desesperanza, maniobras para “arreglar sus asuntos” (el testamento, el contrato de un seguro de vida...). Ante estas circunstancias , hay que evitar dejar al paciente solo, ponerse en contacto con su psiquiatra o servicio de urgencias, y poner fuera de sualcance la medicación u otros métodos lesivos.
Qué hacer ante la perspectiva de un ingreso involuntario.
Puede llegar a un extremo, tanto en las fases maniacas como en las depresivas, en que la contención familiar no sea suficiente: planes de suicidio, gastos incontrolados, conductas muy alteradas o ideas fuera de la realidad... Estas situaciones, por tanto, pueden requerir en un momento determinado un ingreso hospitalario.
Es posible, sin embargo, que el paciente no lo acepte: se siente tan “bien”, tan eufórico, que no se nota enfermo (fase maníaca) o, por el contrario, está convencido de que no va servir de nada y lo considera una falsa esperanza de su familia (fase depresiva). Cualquiera de las dos valoraciones es errónea y puede acarrear riesgos importantes para el paciente (de suicidio, de conductas temerarias...)y los demás (de que arruine a la familia, de que se pelee con alguien como resultado de la irritabilidad...). En este momento se debe tener en cuenta que no tiene capacidad de decidir por sí mismo y solicitar al juez una autorización para actuar en contra de su voluntad y trasladarlo a un hospital.
La familia cuando toma esta decisión atraviesa un momento duro, a veces hasta con amenazas e insultos, pero debe tener claro que está luchando contra la enfermedad y no contra el paciente; quien, una vez que mejore y sea capaz de valorar su estado en el momento del ingreso puede incluso agradecer que se tomase esa medida.

Manejar elabandono de medicación y el abuso de drogas.
Una vez que sabemos que tomar la medicación es lo más importante para evitar las recaídas y que conocemos los efectos negativos de las drogas para los familiares puede ser muy difícil no caer en la observación constante, detectivesca y obsesiva, de manera que los interrogatorios y las críticas sean algo constante. Es mejor no adoptar este papel, porque no se hace sino generar mas tensión y rechazo por parte del paciente a la medicación y en general a la idea de que está enfermo y debe cuidarse. De nuevo se trata de encontrar el justo punto medio entre sobreproteger, atosigando, y desentenderse, dejando toda la responsabilidad al paciente. Una actitud de respeto y de sutil ayuda es la ideal.
Es conveniente a su vez conocer la medicación y establecer un dialogo constructivo sobre ella. Ante las quejas con respecto a efectos secundarios desagradables no minimizar la molestia que puedan suponer para el paciente y animarle a que acuda al médico antes de abandonar la medicación.
Si se niega a tomar las pastillas, puede ser conveniente recordarle que así el riesgo de recaída es alto y puede terminar en un ingreso y estar atentos a posibles recaídas.
En general, el paciente ha de ser responsable de tomar su propia medicación, sobre todo en periodos estables. A medida que tenga recaídas, el mismo se irá concienciando de la importancia que tiene tomarla adecuadamente.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Estrategias frente al acoso escolar

ESTRATEGIAS PARA EL PROFESOR PARA IDENTIFICAR, PREVENIR E INTERVENIR EN EL ACOSO ESCOLAR.


IDENTIFICAR

1.- IDEAR PROCEDIMIENTOS PARA DENUNCIAR ACOSOS.

2.- OBSERVAR CAMBIOS EN LOS COMPORTAMIENTOS Y ESTADOS DE ÁNIMO.

3.- ANALIZAR MEDIANTE PRUEBAS LA COHESIÓN DEL GRUPO Y LOS ROLES Y RECHAZOS DE LOS ALUMNOS.

4.- AUMENTAR EL CONTROL Y LA OBSERVACIÓN EN RECREOS Y PASILLOS.

5.- POTENCIAR LA COMUNICACIÓN EN TUTORÍAS INDIVIDUALIZADAS.



PREVENCIÓN

1.- ADAPTAR UN ESTILO NO VIOLENTO.

2.- DESARROLLAR UNA CULTURA DE LA NO VIOLENCIA.

3.- ROMPER CON LA LEY DEL SILENCIO.

4.- UTILIZAR EL APRENDIZAJE COOPERATIVO.



INTERVENCIÓN

1.- DETECTAR E INFORMAR AL EQUIPO DIRECTIVO.

2.- VALORACIÓN DEL EQUIPO DIRECTIVO Y LA ORIENTADORA.

3.- ADOPCIÓN DE MEDIDAS PROVISIONALES PARA VÍCTIMA Y AGRESOR.

4.- COMUNICACIÓN CON LAS FAMILIAS.

5.- COMPLETAR, CONTRASTAR Y ANALIZAR LA INFORMACIÓN.

El profesor y la discapacidad visual

El profesional de la Educación Especial y su trabajo con las personas con discapacidad visual.















Índice

1.- Introducción........................................................página 3

2.- Desarrollo

2.1.- Historia y conceptos básicos......................página 5
2.2.- Intervención educativa general...................página 7
2.3.- Aplicación operativa....................................página 12

3.- Conclusión...........................................................página 14

4.- Valoración personal.............................................página 16

5.- Bibliografía y Webgrafía.......................................página 17































1.- Introducción.



En la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 26.1 nos dice que : “ Toda persona tiene derecho a la educación “ y en el 26.2 nos confirma, que “ La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana “; cuestiones que se repiten en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales .

En las Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, se concreta que la igualdad de oportunidades es: “ el proceso mediante el cual los diversos sistemas de la sociedad, el entorno físico, los servicios, las actividades, la información y la documentación se ponen al servicio de todos, especialmente de las personas con discapacidad “

En dichas normas, en su artículo 6, dicen que: “ los Estados deben reconocer el principio de igualdad de oportunidades de educación en los niveles primario, secundario y superior para los niños, los jóvenes y los adultos con discapacidad en entornos integrados, y deben velar porque la educación de las personas con discapacidad constituya una parte integrante del sistema de enseñanza.

La Declaración de Salamanca de 1994, sobre “ Necesidades Educativas Especiales: Acceso y Calidad “ han tenido una repercusión internacional importantísima, en cuanto al principio de una educación integrada, permitiendo matricularse a todos los niños con discapacidad en escuelas ordinarias, salvo que existan razones de peso para actuar de forma distinta.

Todas estas declaraciones, principios y normas, han sido asumidas por el Estado Español, por lo que en nuestra propia Constitución podemos encontrar artículos que dejan claros los objetivos y las líneas de acción que votó el pueblo español en su Constitución de 1978.

La Ley Orgánica de Educación ( LOE ) de 2006, nos plantea que se debe combinar el principio de una educación común con la atención a la diversidad del alumnado; es en el Título II donde se garantiza la equidad, al abordar con una atención diferente a la ordinaria a aquellos alumnos que presentan necesidad de apoyos derivadas de circunstancias sociales, de discapacidad física, psíquica, sensorial o que manifiesten trastornos de conducta.

En el artículo 74, cuando se habla de la escolarización del alumnado que presenta necesidades educativas especiales se regirá por los principios de normalización e inclusión.


En todo el análisis anterior está claro que lo que se pretende en todas las Administraciones Públicas, es atender a la diversidad de una manera eficaz y eficiente, por ello, se han creado los departamentos de orientación en los centros de secundaria, que integran una serie de profesionales que son los actores principales de dicha atención, aunque no los únicos, ya que, la atención a la diversidad es un asunto que debe ser compartido por toda la comunidad educativa, incluyendo a todo el profesorado y las familias.

El proceso de integración en España, es relativamente reciente, podemos afirmar que con la introducción de la ESO en los centros, comenzaron a conocerse en los claustros a los profesores de diversificación, a los profesores terapéuticos, a los de compensatoria, a los logopedas y a los orientadores; así mismo, comenzaron a aparecer en los centros alumnos que tenían alguna discapacidad.

Se produjeron múltiples debates, por la falta en todos los casos de preparación y de desconocimiento, por lo que en algunos claustros el proceso costó algunas tensiones, pero hoy, podemos decir que el debate es menos virulento, aunque está claro que lo que falta es una apuesta clara por una formación específica para todos los profesores ordinarios.

En la Comunidad de Madrid, ese proceso, se concretó en el año 1996, y allí comenzamos a acoplarnos tanto al lenguaje, como a la nueva metodología que teníamos que emplear.

Según recogen, las estadísticas y la realidad en los centros, la inmensa mayoría de alumnos que tienen discapacidad, la tiene intelectual o motórica y hay un porcentaje pequeño que tiene discapacidad visual, aunque también a que resaltarlo, que la Administración madrileña, lo que habitualmente está practicado es una política de concentración, esto quiere decir, que, por ejemplo, en la ciudad de Alcalá de Henares, le que se está haciendo es que concentra a los alumnos con esta discapacidad en un IES, aunque por ejemplo este año, no hay ningún alumno.

Como ha quedado claro, en esta introducción, nos encontramos con muchos y distintos profesionales que trabajan con los éstos alumnos, aunque mi interés se centraría entre tres perfiles, a saber, el orientador, el profesor terapéutico y el profesor ordinario, aunque dada mi experiencia laboral, me gustaría concretar en el papel de ese profesor de aula que tiene conocimientos y voluntad, para tratar de ofrecer una enseñanza de calidad a ese alumno discapacidad visual.

Entender la acción educativa de una manera conjunta es el primer paso para buscar una enseñanza que se adapte a sus necesidades, no solamente se puede dejar en manos de los profesores terapéuticos o los orientadores la adaptación de los currículos en cada asignatura.



2.- Desarrollo.

2.1.- Historia y conceptos básicos.

Para comprender el papel que desempeña un profesional de la educación especial en el marco de la discapacidad visual, debemos dar unas pinceladas históricas.

En la Baja Edad Media son las órdenes religiosas las que prestan a los discapacitados asistencia social, al principio, para posteriormente con el paso de los siglos darles asistencia médica.

En España en el siglo XV hay alguna experiencia en la región valenciana con la creación de la Casa de los Oficios, para facilitarles la inserción laboral.

San Vicente de Paúl crea centro educativos en el siglo XVI, para la atención de todo tipo de discapacidades., así mismo, Fray Ponce de León es considerado como el primer educador de sordos.

Pero es Luis Vives, el que afirma con rotundidad que los ciegos pueden y deben ser educados.

En el siglo XVII, J.J. Pereira crea una metodología para sordos, que después será utilizada por Braille para enseñar el alfabeto táctil a los ciegos.

Es en el siglo XVIII, es cuando comienzan a darles atención médica a las personas que tienen alguna discapacidad.

Con la aparición de la obra “Víctor, el niño salvaje de Aveyron” de Itrad se inicia la investigaci{on con personas con alguna discapacidad, ya que, el autor, observó como con un proceso prgramado se adiestraban los sentidos y la memoria.

Durante el siglo XIX, nos encontramos con dos tendencias, una médico asistencial y otra pedagógica terapéutica.

En los comienzos del siglo XX, Montessori es uno de los pioneros de la asistencia médico-pedagógica a las personas que tenían discapacidad intelectual en Italia.

En España se celebra el primer congreso de Pedagogía Terapéutica en 1922 y se en 1937 una Sociedad Internacional, por lo que podemos afirmar, como dice
( Gútiez 2003) que el siglo XX, es el momento histórico en el que se inicia en España la Educación Especial.

Como vemos, el término Pedagogía Terapéutica es desde el principio muy utilizado en España, hasta el punto, que los profesores que atienden específicamente hablando, a aquellos alumnos que tiene alguna diversidad, se llaman profesores terapéuticos, que viene de lo que se denominaba, pedagogía terapéutica, que Hanselman define como :” la doctrina de la instrucción, educación y asistencia a todos los niños cuyo desarrollo psicosomático se ve frenado constantemente por factores individuales y sociales”.
Strauss nos dice que:” la educación terapéutica comprende, en consecuencia, todos los métodos que permiten lograr el perfeccionamiento y desarrollo armónico de las facultades y aptitudes corporales y psíquicas de los niños y jóvenes lisiados, ciegos, mudos, oligofrénicos y psicópatas, desde el punto de vista de inculcar hábitos sociales de acuerdo con la sociedad y el Estado “. Es interesante resaltar, la forma y el fondo que se planteaba en 1936, y la enorme diferencia tanto del lenguaje como de la filosofía que aplicamos ahora en la Educación Especial.

El término Educación Especial, tiene procedencia anglosajona, y es entendida como la acción correctiva que se realiza sobre las dificultades especiales que los alumnos en régimen de escolarización normal presentan en el aprendizaje escolar.

El término Educación Especial, ha tenido una evolución, que se resume en las siguientes etapas.

q Médico-pedagógica.
q De integración social.
q De integralidad.
q De integración educativa.

( Gútiez 2003) entiende que la Educación Especial está dentro del ámbito de la Didáctica y que “ desde el estudio de las condiciones psicológicas, educativas, sociales y familiares del sujeto, intenta lograr su máximo desarrollo personal, analizando e investigando las condiciones que afectan a su desarrollo, las posibles intervenciones educativas, psicológicas, sociales, los recursos y ayudas institucionales necesarias para llevarlas a cabo”.

El concepto que sustituye a la Educación Especial, es el de atención a la diversidad, que se incardina en una escuela mucho menos segregacionista y s{i mucho más inclusiva, reconociendo el carácter didáctico y educativo de la propia diversidad.

Reconoce la diversidad del ser humano, así como, la integración dentro del mismo sistema de una enseñanza comprensiva e individualizada, por ello, se tiene en cuenta, tanto las características individuales como la capacidad de aprendizaje del alumno. Para ello se abren reflexiones en el profesorado respecto: qué, cómo, cuando impartir los currículos a todos y cada uno de los alumnos, para ello,
deciden tanto sobre los contenidos, la metodología o la evaluación.







2.2.- Intervención educativa general.

Los principios según ( Gútiez 2003 ) en los que debe basarse la Educación Especial son:

q Normalización.
q Integración.
q Sectorización.
q Individualización.


En los que se pretende concretar la necesidades educativas que cada alumno recibe según sean sus necesidades y sus puntos de partida, adecuando y acomodando los servicios al medio geográfico donde reside el alumno, dando una repuesta a esa persona que tiene una necesidad de atención especial.

Hablábamos de los elementos que componen el departamento de un IES, pero no nos debemos olvidar, los equipos psicopedagógicos que tienen que ser, como un instrumento que contribuye a un mejor desarrollo del proceso educativo.

Parece que la composición de uno de estos equipos, está compuesta por:

q 2 licenciados en Pedagogía.
q 2 licenciados en Psicología.
q 1 médico.
q 2 asistentes sociales.
q 1 auxiliar administrativo.

Que cumplen una acción preventiva y de detección precoz de su discapacidad.

Estos equipos, trabajan en cuatro elementos:

Prevención y educativa.
Detección y despistaje.
Valoración.
Seguimiento.

Es el momento de afirmar que la Comunidad de Madrid, ha disuelto los equipos psicopedagógicos y ha enviado a los profesionales a los centros, en teoría, para mejorar su eficacia y eficiencia. Es algo parecido, a la política seguida respecto de los CEP, CPR o CAP, dejando uno sólo por Dirección Territorial, además del Centro de Las Acacias en Madrid.




Es muy importante citar a los profesores de apoyo o profesores terapéuticos, ya que su labor, estriba en servir de puente o bien con la orientadora o con equipo psicopedagógico, efectuar las programaciones en áreas fundamentales, fundamentalmente : lectura ,escritura y cálculo.

Hay que decir, que debe elaborar recursos didácticos para facilitar la labor didáctica a los profesores ordinarios.

El profesor ordinario, lo primero que tiene que hacer cuando tiene un alumno con discapacidad visual, debe ponerse en contacto con el profesor terapéutico y elaborar una ACI, Adaptación Curricular Individualizada ) que en algunas asignaturas puede ser significativa o no.

El profesional que desempeña las funciones de orientación tiene una gran responsabilidad, ya es el representante del departamento, en la CCP, debe coordinar la elaboración del PAD, documento que cristaliza y determina un plan de atención a la diversidad, así como diferentes evaluaciones, atenciones individualizas y una buena orientación académica y profesional.

Está meridianamente claro, que tenemos una serie de necesidades psicológicas básicas que deben ser atendidas según ( Kvetonová 2008 ) como son:

Aporte de estímulos suficientes y variables.
Necesidad de regularidad y de orden constante y objetivo.
Establecer una relación positiva y formal con una persona.
Necesidad de identidad, de que alguien nos acepte, de pertenecer a alguien y a algún lugar y compartir nuestro futuro con alguien.

Porque ante la falta de estímulos, nos vamos a encontrar con un aislamiento sensorial, ante la falta de estructura externa, tendremos privación cognitiva, ante la carencia de estimulación afectiva, pondremos en riesgo el desarrollo emocional ante la ausencia de importancia social, nos puede abocar a un aislamiento social.

Sin tener cubiertas las necesidades fisiológicas, difícilmente podremos dar satisfacción a las necesidades psicológicas.

Debemos trabajar intensamente por eliminar el impacto del aislamiento sensorial y cognitivo, así mismo, nuestra lucha debe contribuir a que haya una aceptación del adolescente y su discapacidad dentro del entorno escolar.

Por todo ello, debemos trabajar en la estimulación visual y el entrenamiento de los sentidos complementarios.

Tener en cuenta que la percepción visual representa el 80% de nuestra percepción.


Según Kvetonová, los procesos cognitivos están restringidos significativamente debido al aislamiento social, así mismo, la difícil percepción del espacio limita el movimiento y las actividades relacionadas, por todo ello, la compensación de la percepción visual se convierte en necesaria par activar al niño.

Podemos decir, que en el centro vamos a tener, cinco niveles de actuación que se solapan y que pretenden una coordinación entre todo el conjunto de profesores implicados en esta tarea educativa:

1. Equipo directivo.
2. Orientación.
3. Tutor.
4. Profesor terapéutico.
5. Profesor ordinario.

Además de estos cinco niveles, está claro que la conexión y comunicación con la familia es el nudo gordiano del asunto, por ello, nunca debemos de dejar de tener una comunicación fluida que mostrándose con franqueza sea capaz de asumir las críticas constructivas de las partes, desde la lealtad y el compromiso para el niño afectado por esta discapacidad.

Las reuniones son elementos claves para el desarrollo del niño, por lo que, debemos comenzar porque la dirección o la jefatura de estudios, tengan una charla con los padres, con el objetivo de acercarles al proyecto educativo de centro, con la misión que comprendan las preguntas que nos hicimos para hacerlo, que sepan los padres el qué, el cómo, el cuándo y el por qué de la filosofía del centro.

Es muy importante que los padres tengan una reunión tanto con orientación como con el profesor terapéutico del centro, que les van a explicar, dos cuestiones claves, una será explicarles cuál es plan de atención a la diversidad que tiene el centro y la otra, será explicar cuál es la discapacidad que tiene su hijo y cuáles van a ser las adaptaciones que se van a tener que plantear para poder realizar un tratamiento educativo a las condiciones individuales de su hijo.

Como hemos explicado en otro apartado, la atención educativa a la diversidad, debe ser un compromiso global, por lo que todos los profesores deben estar perfectamente coordinados y saber cómo actuar ante la discapacidad visual que plantea este alumno, por lo que, será necesario que la familia hable con el tutor, porque él va a ser, el especialista que coordine al equipo educativo y el vehículo o nexo de unión entre la familia y el resto de los profesores.

Siempre aconsejamos, que cualquier pequeño desencuentro que tenga su hijo con algún profesor, sea resuelto mediante el diálogo, y puede que en alguna ocasión, sea interesante que la familia converse con un profesor específico por muchas razones, tanto si tiene problemas de aprendizaje como si disfruta especialmente con alguna asignatura.
Es conveniente que haya también un protocolo de los distintos profesionales que intervienen en el proceso educativo, por lo que, será conveniente que la preparación de las Adaptaciones Curriculares, sean significativas, o no, sea un proceso compartido y que sea fruto de un aprendizaje cooperativo entre los distintos elementos.

Es vitalmente importante, comunicar a todos y cada uno de los profesores cuál es la situación de este alumno, para que se puedan realizar, una serie de adaptaciones de todo tipo en el aula que faciliten el estudio y la integración del alumno con discapacidad visual.

La ONCE es una entidad magnífica que desde luego colabora eficazmente para ofrecer a sus afiliados, una adecuada atención, además de explicar a los profesores muchas cosas que desconocen de esta discapacidad, por ello, será de una importancia capital que tengamos una reunión con ellos al comienzo de curso.

Tenemos que tener claros los informes que nos van a llegar, e intentar la comunicación con el centro del que proviene nuestro alumno, para que nos comenten cuáles son los elementos mejorables de su educación y en cuáles tiene unos buenos niveles.

Sabemos que recibimos el 80 % de la información del entorno a través de la visión, luego su falta o discapacidad, nos va a plantear que nuestro alumno tenga:

q Dificultades de orientación y movilidad.
q Dado que lee en Braille, su proceso lector será más lento.
q La contaminación acústica les causa pérdidas de información.

Por ello, deberemos tener en cuenta una serie de protocolos de actuación que previamente hayamos discutido y desarrollado con todos los miembros de la comunidad educativa, con la participación especial, de la orientadora y del profesor terapéutico, así como, con el especialista de la ONCE.

Deberíamos tener en cuenta tres citas para concretar nuestro trabajo, la primera de William James, la segunda del gran cineasta Eisenstein y la tercera de Rudolf Arnheim

Lo que percibimos proviene tanto del interior de nuestra cabeza como del mundo exterior.

Eisenstein desarrolló la idea de la organicidad en la cuál cada parte no tiene sentido sino en relación con el todo.

Todo percibir es también pensar. Todo razonamiento es también intuición. Toda observación es también invención.



Tenemos dos grandes enfoques de la percepción visual que pueden ser muy interesantes a, a la hora de realizar un proceso que concrete lo que queremos hacer y teniendo en cuenta la cita que nos afirma “ que no hay nada más práctico que una buena teoría “ vamos a explicar dichos enfoques:

q Enfoque analítico: Se basa en la correspondencia de los componentes aislados de los estímulos, con los aspectos de la experiencia perceptiva real.
q Enfoque sintético: Busca correspondencias de la percepción del mundo visual solamente en el estímulo. Tiene su mayor exponente en el siglo XIX en Hering y su innatismo: “ El cerebro tendría una serie de capacidades innatas para organizar lo visual según leyes universales y eternas “

Así mismo, tenemos que saber, que los estímulos visuales no pueden ser igualmente procesados por la mente de personas de culturas y sociedades distintas; tampoco podemos olvidar, que una figura, una imagen, se percibe más fácilmente y se lee de una manera más provechosa, cuando pertenece al campo de experiencias del espectador.

La visión, lejos de ser un registro mecánico de elementos sensoriales, es una aprehensión de la realidad, auténticamente creadora: imaginativa, inventiva, aguda y bella.........

La razón de explicar estos conceptos en este momento podría resultar paradójico, ya que estamos hablando de personas que tienen una discapacidad visual, pero como afirmaba un enfermero en el Hospital de Parapléjicos de Toledo a una persona que tenía una discapacidad motórica :“ tienes una silla de ruedas en el culo, no en la cabeza “, que traducido a nuestro caso, vendría a ser, que aunque ellos no puedan “ver” los objetos, las cosas, sí pueden soñar, imaginar, crear, sí les podemos contar cómo son las cosas, sí podemos estimularles, para que aquella información que no reciben por los ojos, la reciban con nuestra palabra, con la música, con sus manos o las nuestras, por ello, está claro que debemos reforzar todos los estímulos que puedan recibir por otros sentidos.

Está claro que aunque se hagan Leyes como la 51/2003 de Igualdad de Oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad debemos, como ciudadanos, seguir pidiendo a los poderes públicos que hagan lo que sigue:

q Mejorar el diagnóstico y la atención temprana.
q Favorecer la educación especializada de carácter preventivo.
q Continuar trabajando en la eliminación de las barreras en los centros escolares.
q Fomentar la cooperación fluida entre la familia, la escuela, y los equipos de orientación y valoración
q Incrementar los programas de formación e inserción profesional
q Promover la ejecución de programas de formación del profesorado en materia de necesidades educativas especiales.

Debemos tener en cuenta, para la atención educativa, que algunas personas con discapacidad visual, tienen dos características de la personalidad que son la inseguridad y la desconfianza; la primera, suele tener su origen en una actitud sobreprotectora de la familia o por algún accidente que provocan mucho stress en situaciones incómodas; la segunda, es una característica que inmoviliza a la persona para la interacción social y en ocasiones se torna en hostilidad o agresividad, a veces, se puede dar el efecto contrario, la sobrevaloración, en la que rechazan el bastón, la escritura Braille y cualquier signo que puedan identificar con su discapacidad.

Creo interesante, dar unas pinceladas sobre el tacto, porque va a ser un sentido clave, al igual que el oído.

q El tacto permite una percepción analítica y secuencial.
q Requiere una predisposición y unas habilidades de exploración.
q Es necesario querer explorar, tocar y reconocer.
q Es imprescindible una abstracción mental para sintetizar la información.
q El tacto activo permite integrar las secuencias de información en un todo.
q Su espacio queda limitado hasta donde abarquen los brazos.

2.3.- Aplicación operativa.

El Real Decreto 696/1995 dice “ los profesores que atienden a lumnos con necesidades educativas especiales realizarán con el asesoramiento y apoyo de los Equipos de Orientación Educativa y Psicológica ( en Educación Infantil y Primaria ) o de los departamentos de Orientación ( en Educación Secundaria ).......
las adaptaciones curriculares pertinentes para ayudar a estos alumnos a progresar en el logro de los objetivos educativos”.

Para las Adaptaciones Curriculares Individuales, hay que tener en cuenta y realizar lo siguiente:

q Determinantes del comportamiento.
q Determinación de los objetivos.
q Fraccionamiento de objetivos.
q Aprendizaje por la acción.
q Observación y registro de los resultados.







Está claro que debemos distinguir o diferenciar entre los alumnos invidentes y los alumnos con visión reducida, ya que, con los primeros no va ser posible las actividades de lecto-escritura con los segundos sí.

Con los alumnos con visión reducida debemos tener en cuenta las siguientes consideraciones:

q Utilizar algunas ayudas ópticas y no ópticas que puedan necesitar los alumnos.
q Buscar las mejores condiciones lumínicas.
q Complementar la percepción con información de otros sentidos.
q Utilizar un lenguaje descriptivo.
q Manejar los contrastes, por ejemplo, un papel amarillo y unos rotuladores que resalten.
q Utilizar mesa reclinable.
q Cuando sea necesario utilizar luz adicional ( flexo ).
q Ubicar al alumno en un lugar adecuado.
q Los textos como mínimo de 12 y tipo Arial.
q Utilizar lupas adecuadas a la visión de cerca.
q Utilizar prismáticos para lejos.

En el tratamiento educativo de alumnos con discapacidad visual, debemos aplicar los siguientes consejos o formulaciones:

Incrementar las oportunidades de manipular objetos.
Orientación y movilidad.
Estimulación senso-motriz.
Coordinación oído- sistemas motores.
Acceso a través del tacto y el oído a la información ambiental.
Trabajo con un código háptico-auditivo.
Adecuación a los ritmos individuales de aprendizaje.
Restablecimiento de actitudes posturales, corporalmente saludables y socialmente aceptables.
Profundización y mejora de la estimulación auditiva.
Desarrollo de la sensibilidad fina de las manos.
Aumento de la estimulación psicomotriz.
Disponer de modelos auditivos-táctiles.
Utilización de ayudas ópticas adaptadas.









También es conveniente que en un trabajo conjunto con la familia y la ONCE se trabajen estos aspectos:

q Utilización y manejo del bastón.
q Deambulación guiada por el brazo de una persona.
q Existencia de unas buenas relaciones dentro de la familia y una educación adecuada, con el objetivo de conseguir el máximo nivel de autonomía.
q Aprendizaje por guía física y paquete clásico de técnicas de EHS.
q Modificación ( reducción/extención ) de las conductas estereotipadas.

Como profesor de aula, se deben facilitar el proceso de inclusión dentro del
Grupo, para ello, las experiencias cooperativas en grupos de 4 personas son ciertamente relevantes, en todos los sentidos, y especialmente con alumnos que tienen alguna discapacidad, ya que les obliga a trabajar conjuntamente, pero a la vez, deben ser responsables de su trabajo ante sus propios compañeros; se refuerza considerablemente la comunicación y mejoran la autoestima y autoconcepto de los individuos.


3.- Conclusión


El tratamiento educativo de personas que tienen alguna discapacidad es un proceso colectivo en el cada profesional, que está implicado en dar una educación de calidad a estos alumnos debe estar coordinado con los demás y la familia.

En la discapacidad visual debemos ponernos en contacto necesariamente con la ONCE, que es una organización que sabe atender con eficacia a todas aquellas personas que están en los centros educativos y tienen una discapacidad visual.

Es realmente importante, realizar las ACI, en colaboración con el profesor terapéutico y el orientador, teniendo en cuenta tanto los informes recibidos, como la información que pueda dar la familia.

No debemos descuidar, el incitar a los compañeros del alumno, para que él se sienta querido y apreciado, así como orientarles en cómo se deben comportar y facilitarle su existencia.

Exige el proceso de evaluación de estos alumnos la realización previa de los exámenes, para que la ONCE pueda prepararlos para su comprensión, por lo que deberemos tener siempre previsto con unas tres semanas de antelación, las pruebas o problemas que queramos que nos adecuen.

Es realmente importante, saber que debemos estimular al alumno con DV, con elementos que puedan utilizar los otros sentidos, el tacto y el oído, serán dos elementos fundamentales.

Debemos potenciar la música y la posibilidad de tocar algún instrumento, ya que, se ha demostrado, el enorme potencial que podemos encontrar en estos alumnos.

Sería conveniente que nos fijáramos en nuestro lenguaje, para dar la información detallada que ellos necesitan.

Tenemos que hablar, tocar y dejarnos tocar por el alumno que tiene discapacidad visual, ya que, es la única fórmula que tiene para conocernos y comprender la realidad.

Su participación en actividades extraescolares no debe ser un impedimento y con el consiguiente refuerzo de personas que puedan estar pendientes de él o ella, es bueno que participen para eliminar, los a veces sobreprotectores lazos de algunas familias.

Es bueno crear un ambiente cálido en clase y pedir ayuda cuando no se comprenden o no se entienden algunas cuestiones.

En la ONCE, podremos encontrar el asesoramiento necesario para poder introducir elementos tecnológicos que faciliten la vida a nuestros alumnos.

Siempre es bueno que cuando hablemos de asuntos relacionados con el color, expresemos nuestras emociones y expliquemos cuestiones que siempre le van a dar la posibilidad, cuando menos, de imaginar y suponer que todas las fresas son rojas o que los limones son amarillos.

Hay que evitar frases que no le van a dar información y suele ser nuestra forma de expresarnos cuando estamos con una persona que no tiene discapacidad visual.

Los centros más modernos pueden tener muchas barreras eliminadas, pero la cruda realidad, nos indica, que les suele ser muy difícil andar o desplazarse en casa, en la calle y en el IES, está claro que debemos instar a que nos explique sus dificultades para tratar de solucionarlas.

Debemos tener en cuenta, que hay que estar preparados para dar el tratamiento educativo correcto a alumnos con discapacidad visual, aunque parece que las Administraciones públicas, suelen hacer una política de concentración de recursos y también decir, que el número de estos alumnos es muy pequeño en relación con otras discapacidades, por ejemplo, la intelectual.








4.- Valoración personal.

Durante los 14 años que lleva de existencia el IES en el que estoy trabajando no he tenido ni un solo caso de discapacidad visual, ya que los suelen derivar a otro centro de la zona, aunque consultado este centro, puedo confirmar que hace ya años que no tiene ningún alumno con DV, sin embargo, en la Encuesta de Deficiencias, Discapacidad y Estado de Salud ( EDES ) de la Comunidad de Madrid recoge que un 3.3 % de la población tiene alguna discapacidad, teniendo en cuenta que del total un 8.8 % tiene discapacidad visual, tengo la sensación que muchos deben ir a centros especializados.

Cada día está más clara la necesidad de formación del profesorado de aula, ya que la atención a la diversidad, no sólo pivota sobre el profesor terapéutico, el orientador, el de compensatoria o los especialistas en audición y lenguaje, el terapeuta ocupacional, el educador social o los profesores de ámbitos o apoyo a la diversificación, sino que es necesario que todo el profesorado tenga los conocimientos mínimos para poder realizar una ACI.

Así mismo, vamos avanzando en la conclusión de una serie de reuniones entre los diferentes profesionales para coordinar esfuerzos y conocimientos.

A pesar, de estos pensamientos, la realidad suele ser bastante distinta en los centros, ya que, no se realizan las Adaptaciones Curriculares o se realizan de una manera muy deficiente y desde luego, no participa en ellas el profesor terapéutico ni ningún otro especialista.

También hay que plantear, que en determinados claustros hay posturas muy diferentes en cuanto a la evaluación de los alumnos que presentan alguna discapacidad.

Suele ocurrir, que no se produce una inclusión acertada y los a.c.n.e.e de los centros hablan o se relacionan entre ellos en los recreos pero en ningún caso con otros alumnos de la clase.

Por ello, creo que debemos pasar de la cantidad a la calidad, ya que si en los noventa y en estos años de este siglo hemos conseguido que un gran número de a.c.n.e.e vayan a los centros, ahora debería producirse el proceso de formación del profesorado de aula, para dar un impulso a la inclusión de éstos alumnos con sus compañeros.

Debe trabajarse en buscar salidas laborales y académicas al terminar la ESO, para que puedan ocupar un lugar digno en la sociedad, pudiendo trabajar y relacionarse.




En cuanto a las personas que tiene discapacidad visual, diría que debe intentarse por todos los medios, estimularlos y conseguir que desplieguen todas sus posibilidades

En el sentido del tacto y el oído, ya que de allí saldrán las capacidades que lograrán que tengan una calidad de vida mejor.

Por mi propia experiencia con alguna persona con discapacidad visual, tengo que decir que un estilo de educación que apoye, pero que no caiga en la sobreprotección, es el mejor camino, para mejorar en la autonomía personal.

Que la ONCE, es una organización magnífica que facilita enormemente la labor al profesorado y a las personas que tienen esta discapacidad, pero que la venta del cupón es a veces, un freno para dedicarse a otras actividades, ya que su venta suele reportar unos ingresos por encima de la media.

Sería deseable que fueran surgiendo para otras discapacidades organizaciones tan eficaces y eficientes con ésta.

5.-Webgrafía y bibliografía.

Webgrafía

www.monografias.com/trabajos14/discapacvisual/discapacvisual.shtml

www.nodo50.org/utlai/lucer11.htm

www.integrando.org.ar/investigando/dis_visual.htm

http://cidat.once.es

http://cidat.once.es/home.cfm?id=30&nivel=2

www.once.es

www.juntadeandalucia.es/averroes/caidv/interedvisual/ftp_p_/def_bajavision_ceguera.pdf

www.cibertren.org/index/htlm

www.sidar.org

www.manolo.net

www.ctv.es/USERS/veni

www.funcaragol.org
Bibliografía


Carlson, R.N.( 1998 ). Fisiología de la conducta. Barcelona. Neurociencia.

Checa, F.J. (Dir) ( 2000). Psicopedagogía de la ceguera. Valencia. Promolibro

Gento, S. ( Dir )( 2003 ).Educación especial. Madrid. Sanz y Torres.

Moreno, J. ( 2005 ). Percepción, forma, color y diseño. Sevilla. Mad.

Ley Orgánica de Educación ( LOE ) 2006.

Tratamiento educativo a la sobredotación

Recomendaciones a profesores con SD.


Condiciones personales del educador

Ilusión
Imaginación
Receptividad
Flexibilidad
Sentido del humor
Liderazgo
Autoconfianza
Curiosidad intelectual
Organización personal

Detección en el aula

Se distraen
Odian las repeticiones
Son el centro de atención
Se aburren y se desmotivan
Suelen preguntar mucho

Herramientas y procedimientos de detección

Formación del profesorado en el tema
Coordinación con los orientadores
Elaboración de anecdotario de aula
Contactos con el entorno familiar





Currículo

Enriquecimiento curricular para todos
Profundización en lo concreto
Reforzamiento de los contenidos procedimentales
Adaptación a los ritmos de aprendizaje

Metodología

Inclusión de actividades individuales, de pequeño y gran grupo
Actividades que faciliten el trabajo autónomo
Utilizar metodologías de investigación con pequeños proyectos
Proponer trabajos aplicados a la vida real
Saber los conocimientos previos
Aprendizaje cooperativo y por descubrimiento
Favorecer la generalización y transferencia de aprendizajes
Planificar actividades de libre elección por los alumnos

Equilibrio y madurez emocional

Exposición de los alumnos de sus propias experiencias
Asignarle responsabilidades como mentor de compañeros
Fomento del diálogo y la discusión dentro del grupo
Favorecer su autonomía
Potenciar su participación en actividades grupales y cooperativas
Informarles de actividades culturales, de tiempo libre y ocio
Desarrollar una gran tolerancia al fracaso






Creatividad

Búsqueda de distintos enfoques y procedimientos a un problema
Ayudar al alumno a desarrollar la imaginación
Utilización de materiales que animen a la investigación
Manejo del torbellino de ideas
Plantear problemas abiertos
Evaluación

Evaluar nuestra propia práctica
Evaluar aspectos interactivos
Evaluar aspectos organizativos y medioambientales
Evaluar competencias básicas

Cosas que no debemos hacer

Creer que sabemos atender a los SD sin preparación alguna
Realizar trabajos repetitivos y aburridos
Incrementar las tareas pero no la profundidad
Plantear tareas que no tengan en cuenta sus intereses
Programar tareas que le hagan sentirse distinto
Diseñar actividades que no prevean planteamientos diferentes
Negar la posibilidad de preguntas imprevistas y trabajos singulares
Un ambiente presidido por la prohibición y la repetición
Actitudes adustas y resentidas
Ignorar su realidad evolutivo-afectiva
Crear un ambiente comparativo y exigente

miércoles, 21 de mayo de 2008

Depresión

LA
DEPRESIÓN
EN
SECUNDARIA
AUTORES: Rocío Guerra, Fernando Téllez, Antonio Vigo y Ana Biurrun
AUTORES: Rocío Guerra, Fernando Téllez, Antonio Vigo y Ana Biurrun
LA
DEPRESIÓN
EN
SECUNDARIA
AUTORES: Rocío Guerra, Fernando Téllez, Antonio Vigo y Ana Biurrun
Rocío Gurerra, Fernando Téllez, Antonio Vigo y Ana C. Biurrun
Índice






















































1. Introducción.-------------------------------------------------------------- 3
2. Conceptualización.------------------------------------------------------- 4
3. Métodos de evaluación.-------------------------------------------------- 8
4. Formación del profesorado para la prevención ---------------------- 9
5. Estrategias de intervención en el aula.-------------------------------- 11
6. Bibliografía.-------------------------------------------------------------- 13
7. Anexos.--------------------------------------------------------------------14


































1.Introducción





Dentro de la actividad que se nos ha planteado realizar sobre la “Prevención de las organizaciones neuróticas infantiles y juveniles en el aula”, hemos decidido desarrollar el problema de la depresión. Esta decisión principalmente se ha visto conformada por el grupo por el gran interés que existente por este tema, la amplia investigación que sobre el mismo se realiza de un tiempo a esta parte y sobre todo, para la realización de un documento de calidad para los profesionales de la educación, que pueda servir como guía y como documento de consulta.

En principio hemos realizado una descripción del problema, con una caracterización y una conceptualización del término, así como una distinción entre trastorno depresivo mayor, trastorno distímico y trastorno depresivo no especificado. Este mismo punto lo hemos finalizado con las teorías sobre la depresión, donde se pone a la luz los diferentes enfoques teóricos que existen para explicar de dónde viene la depresión.

Posteriormente se ofrecen una serie de métodos y materiales para la evaluación del los trastornos depresivos. Como se explicará en este documento, la depresión en la infancia y la adolescencia no se manifiesta con los mismos síntomas que lo hace en la adultez. Respuestas agresivas, falta de atención, desgana… pueden ser señales de que alguno de nuestros alumnos esté sufriendo un cuadro depresivo. Los instrumentos y técnicas que ofreceremos, serán los que nos den a los maestros y orientadores escolares las claves para corroborar estos trastornos y así poder derivar al alumno a un servicio especializado y empezar a dar la respuesta que como educadores nos corresponde.

En la prevención buscamos fundamentalmente mejorar la comunicación con sus padres e iguales, para un aumento de su autoestima y autoconcepto. Así mismo, se pretende optimizar la inteligencia emocional para que sepa afrontar los embates de la convivencia y de vida que le comenzarán a llegar; también consideramos que el aprendizaje de su control emocional es una pieza clave en el proceso preventivo.

Finalmente, ofrecemos las estrategias que los docentes pueden utilizar en el aula para prevenir e identificar la depresión infantil. Destacamos el importante papel del docente en el proceso de diagnóstico, como observador directo de las conductas del niño. El colegio es, juntamente con la familia, el contexto en el que el niño puede manifestar en qué actividades presenta tristeza, miedo o ansiedad.

Incluimos como anexo, el informe psicopedagógico de uno de nuestros alumnos, elaborado por presentar, según los indicadores, una posible depresión. Pensamos que resume los contenidos del presente documento.







2 .Descripción del problema: La Depresión



Caracterización

Junto a los trastornos de ansiedad, relacionados con la categoría emocional del miedo, la depresión y los trastornos bipolares, relacionados ambos con la categoría emocional de la tristeza, constituyen las alteraciones emocionales más importantes.

El término depresión se emplea, a menudo, para denotar un estado de ánimo bajo o alicaído. En un sentido estricto, sin embargo, la depresión hace referencia a la expresión patológica de la respuesta emocional de tristeza. Dentro de los trastornos depresivos, el DSM-IV distingue entre trastorno depresivo mayor, trastorno distímico y trastorno depresivo no especificado.

Trastorno depresivo mayor

El trastorno depresivo mayor se define por un periodo de al menos dos semanas en el que se da, en la mayor parte del día, un estado de ánimo deprimido –en los niños y adolescentes el estado de ánimo puede, en lugar de triste o desanimado, revertirse en forma de irritable o inestable- o una pérdida de interés o placer en casi todas las actividades, también a lo largo de casi toda la jornada (por ejemplo, los sujetos pueden estar menos interesados por sus aficiones o dejar de disfrutar con actividades que antes consideraban placenteras). El estado de ánimo deprimido y la falta de interés por las cosas pueden darse o no de forma conjunta pero, al menos, una de estas condiciones ha de estar presente para que se pueda hablar de trastorno depresivo. Una y/o otra manifestación comportamental ha de venir acompañadas de, al menos, cuatro de las siguientes expresiones conductuales:

· Pérdida de apetito, que se traduce en una disminución de peso que, en un mes, puede superar el 5% del peso corporal del sujeto, y en los niños en un fracaso en conseguir los pesos adecuados correspondientes a su edad. En ocasiones, no obstante, se produce un aumento del apetito, especialmente por determinados alimentos como los dulces, que lleva a ganancias de peso que, en un mes, pueden superar el 5% del peso corporal.
· Insomnio, que se manifiesta en dificultades para conciliar el sueño, en despertarse demasiado pronto o en despertarse durante la noche y tener problemas para volver a dormirse. Aunque con mucha menos frecuencia puede darse, sin embargo, un exceso de sueño o hipersomnia.
· Agitación o enlentecimiento psicomotores que se manifiestan, en el primer caso, en conductas tales como incapacidad para permanecer sentado, paseos continuos, frotarse las manos, etc. y, en el segundo, en forma de lenguaje y movimientos corporales enlentecidos, aumento de la latencia de respuesta, bajo volumen de voz, mutismo, etc.
· Falta de energía, cansancio y fatiga habituales, que reducen la eficacia para realizar las tareas cotidianas.
· Sentimientos de inutilidad o de culpa, que se manifiestan, por ejemplo, en ver en cualquier acontecimiento pruebas de sus defectos personales y en sentirse responsable de cualquier hecho que pueda ir mal.
· Disminución de la capacidad para pensar, concentrarse, o tomar decisiones.
· Frecuentes pensamientos de muerte, ideación suicida recurrente sin un plan específico, tentativas de suicidio o, incluso, elaboración de planes específicos para suicidarse.

El episodio depresivo mayor actual puede presentarse en diversos niveles de gravedad: Leve, moderado, grave y grave con síntomas psicóticos. Este último se caracteriza por añadir la presencia de ideas delirantes o alucinaciones, generalmente auditivas, a la manifestación de la mayoría de los anteriores síntomas en alto grado, que es lo que distingue al nivel grave.

Por otra parte, puede venir el episodio depresivo acompañado de síntomas catatónicos, consistentes en una marcada alteración psicomotora expresada en inmovilidad motora, actividad motora excesiva, negativismo extremo, mutismo, peculiaridades del movimiento voluntario, ecolalia y ecopraxia. Así mismo, puede venir, también, acompañado de síntomas melancólicos o atípicos. Los síntomas melancólicos se traducen en una casi completa ausencia de interés o placer en todas o casi todas las actividades, o una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Generalmente, estos síntomas se acompañan de culpabilidad excesiva o inapropiada, anorexia, enlentecimiento o agitación psicomotores, y despertar precoz.

Los síntomas atípicos, por su parte, se refieren a reactividad del estado de ánimo; esto es, el estado de ánimo mejora en respuesta a situaciones reales o potencialmente positivas, que, por lo general, se acompaña de aumento del apetito (y del peso), un patrón muy prolongado de extrema sensibilidad a la percepción de rechazo interpersonal. Estos síntomas atípicos son dos o tres veces más frecuentes en las mujeres.

El trastorno depresivo mayor se da en la misma proporción en niños y niñas prepuberales pero, en adolescentes y adultos, es dos veces más frecuente en mujeres que en varones. La prevalencia se sitúa entre el 10 y el 25% para las mujeres y entre el 5 el 12% en varones. Puede comenzar en cualquier edad. Algunas personas tienen episodios aislados separados por muchos años sin síntomas depresivos, en tanto que otras tienen episodios agrupados, e incluso otras tienen episodios cada vez más frecuentes a medida que se hacen mayores. Además. Los episodios depresivos pueden desaparecer completamente, lo que suele suceder en alrededor de las dos terceras partes de las personas que los sufren, o no hacerlo o hacerlo sólo parcialmente, que sucede en aproximadamente un tercio de los casos, lo que aumenta la probabilidad de presentar, a continuación, otros episodios.

Trastorno distímico

El trastorno distímico se caracteriza por un estado de ánimo crónicamente depresivo que está presente la mayor parte del día de la mayoría de los días durante al menos dos años. Los sujetos que lo padecen describen su estado de ánimo como triste y desanimado. En los niños y adolescentes este estado de ánimo puede ser irritable más que depresivo y la duración mínima exigida es sólo de un año. El estado de ánimo depresivo (o irritable) ha de ir, al menos, acompañado de dos de los siguientes síntomas:

· Perdida o aumento de apetito.
· Insomnio o hipersomnia.
· Falta de energía o fatiga.
· Baja autoestima.
· Dificultades para concentrarse o para tomar decisiones.
· Sentimientos de desesperanza.

Además, los sujetos manifiestan, a menudo, pérdida de interés y aumento de la autocrítica, que se traduce en un bajo autoconcepto.

El trastorno distímico en los niños y adolescentes añade a la tristeza un comportamiento, por lo general, irritable e inestable. Además, suelen presentar una baja autoestima y escasas habilidades sociales, y son pesimistas.

En niños se da por igual en ambos sexos pero, en adolescentes y adultos, las mujeres son dos o tres veces más propensas que los varones a presentar un trastorno distímico. La prevalencia para la población general se sitúa en torno al 6%. Por lo general, el trastorno tiene un inicio temprano en la niñez, adolescencia o al principio de la edad adulta.

Trastorno depresivo no especificado

Incluye los trastornos con síntomas depresivos que no cumplen los criterios para ser catalogados como trastorno depresivo mayor o trastorno distímico. Entre estos, los más frecuentes son:

· El trastorno disfórico premestrual. Se caracteriza principalmente por un estado de ánimo acusadamente deprimido, ansiedad acusada, marcada labilidad afectiva y pérdida de interés en las actividades. Estos síntomas suelen presentarse con regularidad antes de cada menstruación y remiten a los pocos días de su inicio.
· El trastorno depresivo menor. Es semejante al trastorno depresivo mayor, pero presenta menos de los cinco síntomas exigidos, como mínimo, para éste último.
· El trastorno depresivo breve recidivante. Se produce cuando se dan episodios depresivos con una duración de dos días a dos semanas, que se presentan al menos una vez al mes durante un año; y sin estar asociados a los ciclos menstruales.

Teorías sobre la depresión

Ha habido diversos intentos de explicar la depresión desde instancias tanto conductuales como cognitivas. Dentro del marco conductista, Ferster (1973) propone que la depresión es el resultado de la extinción de diferentes conductas no depresivas por efecto del reforzamiento negativo efectuado sobre las mismas por factores ambientales diversos. La actuación de estos factores ha podido ir en la línea de reforzar mínimamente las conductas no depresivas y de reforzar negativamente las conductas de evitación, de forma que las conductas depresivas son las únicas que le quedan al individuo para evitar las condiciones aversivas. La teoría de Ferster parece ser que no llega a explicar el 10% de los casos de depresión. Una teoría alternativa, dentro del marco conductual, la constituye la propuesta de Lewinsohn (1974), para quien la depresión surge no sólo a partir de la falta de refuerzo de las conductas no depresivas sino en conjunción con un déficit en las habilidades sociales del sujeto. Esto último, de hecho, ha sido comprobado en diversos casos de depresión.

Otra alternativa la proporciona Rehn (1977), quien sugiere que la única variable causal de la depresión es un déficit en las habilidades de autorrefuerzo, que son las responsables del mantenimiento de las conductas no depresivas cuando se retrasa la ocurrencia del refuerzo externo. Esta explicación ha recibido cierto apoyo empírico.

Entre las teorías surgidas en el ámbito cognitivo, una de las que han tenido una mayor difusión ha sido la presentada por Beck (1977), que sostiene que la depresión está causada por una variedad de distorsiones cognitivas, vagamente definidas, relacionadas con la visión negativa de uno mismo, del mundo y del futuro. Un mayor nivel de concreción en la definición de estas distorsiones cognitivas es aportado por la teoría facilitada por Seligman (1978), según la cual, las distorsiones cognitivas que causan la depresión vienen definidas, específicamente, en términos de falsas atribuciones sobre las causas de los acontecimientos negativos experimentados por el sujeto, que son atribuidos por éste a factores internos de carácter estable y global. Otra explicación alternativa, dentro de esta línea cognitivista, propone que los factores causales más importantes de la depresión son los acontecimientos negativos y los déficits en las habilidades de solución de problemas, que incluyen las falsas interpretaciones en las relaciones entre la propia conducta y la ocurrencia de los eventos negativos. (Nezu, Nezu y Perri, 1989). Las tres formulaciones han recibido un fuerte apoyo empírico.

Una teoría que se presenta como un intento de integración de los factores causales propuestos en las teorías anteriores, a los que se añaden otros nuevos, es la denominada teoría del conductismo paradigmático de la depresión (Staats y Heiby, 1985; Heiby y Staats, 1990). Según esta teoría, en el surgimiento de la depresión pueden estar implicados factores tanto de tipo biológico como ambiental o personal. Estos últimos, que son conceptualizados como repertorios básicos de conducta y hacen referencia a los aprendizajes adquiridos por el sujeto a lo largo de su historia de interacciones con el medio, se organizan las habilidades sociales, por ejemplo; repertorios congnitivos-lingüísticos, que incluyen, entre otros muchos factores personales, las falsas atribuciones y los déficits en las habilidades de solución de problemas.

En función de los factores causales prioritarios, esta última teoría distingue una gran variedad de subtipos de depresión, que se engloban en dos grandes categorías: Depresiones endógenas, causadas, fundamentalmente, por factores biológicos y/o personales, y depresiones exógenas, causadas, prioritariamente, por factores ambientales. La sugerencia de diferentes subtipos de depresión sobre la base de la actuación prioritaria de factores causales distintos está siendo corroborado empíricamente. Así, por ejemplo, parece ser que las depresiones causadas por habilidades sociales deficitarias son mejor tratadas mediante entrenamiento asertivo; en tanto que las causadas por déficits en habilidades de autocontrol se tratarían de forma más eficiente con un tratamiento en autorrefuerzo (Heiby, 1986).

3. Identificación de la depresión en el aula. Evaluación.
n de la depresión en el aula. Evaluación.






La depresión en los niños no presenta los mismos síntomas que en los adultos. Los niños pueden manifestar problemas de conducta, reacciones como fobias escolares, dificultades en el aprendizaje, berrinches y mal humor, tendencia a los accidentes, holgazanería, autodestrucción, alteraciones digestivas y en el sueño, dolores de cabeza. Irritabilidad, llantos incomprensibles o explosiones de mal temperamento (Lang y Tisher, 2003).

El primer indicador de una posible depresión en nuestro alumno, se va a dar por la observación de este, tanto en el aula como en tiempos de ocio, en interacción con sus compañeros. Estos alumnos suelen tener problemas de atención en clase, no suelen traer las tareas hechas de casa, trabajan lento o no trabajan y ponen constantes pegas a las indicaciones del profesor.

Para la evaluación de la depresión infanto-juvenil, los instrumentos son muy variados: entrevistas estructuradas o semiestructuradas, cuestionarios de padres y niños, cuestionarios para compañeros. Entre las más conocidas están la K-SADS, la Children Depresión Rating Scale (CDRS) de Poznanski y el Bellenueve Index of Depresión.

Hay otro tipo de instrumentos heteroinformado por compañeros, como el Inventario de Depresión por Nominación de Compañeros, el cual consiste en preguntar a cada niño sobre los compañeros que en su clase destacan por sus emociones positivas y negativas.

Entre los autoinformes más utilizados se encuentran los siguientes:

- Inventario de Depresión para niños CDI (Kovacs y Beck, 1977), es el instrumento más conocido y utilizado en este campo. Consta de 27 ítems formulados en tres frases que gradúan la presencia e intensidad del síntoma. Existe una forma alternativa para aplicación a padres que consta de 37 ítems. Existen varias adaptaciones de esta prueba a la población española (la última: del Barrio et al, 1999) que presenta baremos para niños entre 7-12 y 13-17 años, con cinco factores: humor negativo, ineficacia, autoestima negativa, retraimiento social y pesimismo.

- Escala de Depresión para Niños CDS (Tisher y Lang, 1978). Consta de 66 ítems cuya calificación se realiza con tarjetas que contienen cada uno de ellos y que el niño debe clasificarlas en montones diferentes, con el grado de aceptación, desde Muy de Acuerdo a Muy en Desacuerdo. Es aplicable a niños y a padres. Algunos de los elementos del CDS son:

- Frecuentemente estoy descontento conmigo mismo.
- Siempre creo que el día siguiente será mejor.
- Me siento solo muchas veces.
- Pienso que nadie se preocupa por mí.
- Me siento desgraciado en el colegio.

La adaptación española a la prueba es de TEA, para niños entre 8-16 años; tiene seis subescalas y una puntuación global de depresión (prueba utilizada en Anexo).

Como la mayor parte de la sintomatología depresiva tiene carácter interiorizado (sentimientos, pensamientos, etc.), no ha proliferado tanto la evaluación de sus manifestaciones externas como en otros campos de la conducta, pero existen instrumentos de evaluación de la expresión facial, registro de movimientos, etc.

Existen otros instrumentos que pueden ser útiles para evaluar diferentes factores relacionados con la inducción o e mantenimiento de la depresión. Se centran en evaluar las distorsiones cognitivas que afectan ala percepción de la autoeficacia y de la propia capacidad de reacción ante el ambiente.

En cualquier caso, para cada alumno concreto se puede necesitar uno o más de uno de estos instrumentos. El maestro y el orientador deben saber primero que tienen a su alcance gran variedad para elegir y segundo, que una vez visto el problema, son los profesionales formados a este respecto los que le ofrecerán una respuesta adaptada. En el centro educativo, se deberá tender a establecer lazos con estos profesionales para que, trabajando conjuntamente, se pueda dar al alumno la mejor respuesta para acabar con esta circunstancia de manera rápida y eficaz.


4. Prevención de la depresión en la adolescencia.





A pesar de que la depresión tenga en parte, un origen genético, cierto es, que una actitud pesimista ante la vida es un elemento detonante y determinante en su aparición.

Muchas familias, están dejando de ser el elemento que aportaba recursos muy útiles, que facilitaban al adolescente, el objetivo de lograr esas competencias básicas que le servirán para toda la vida y le enseñaban a ser, a respetar, comunicarse y a encajar los diferentes problemas futuros.

Podemos afirmar que puede que haya aumentado en nuestra sociedad, la tendencia al aislamiento, la insatisfacción y la dependencia, la falta de compromiso, el individualismo, el bajo rendimiento académico, la falta de esfuerzo y la necesidad de cubrir sus necesidades aquí y cuando yo lo diga.

Los problemas de relación, ya sea con los compañeros o con los padres suelen ser el elemento que incide de una manera muy importante en la aparición de la depresión

Un adolescente deprimido tiene menos amigos, se relaciona peor, es menos simpático y su concentración y memoria disminuyen, con lo que su autoestima y autoconcepto, están más bajos de lo que habitualmente debiera ser.

Podemos afirmar que dos deficiencias importantes, que se manifiestan en la aparición de la depresión juvenil son:

· La falta de capacidad para relacionarse.
· La forma de interpretar los reveses y contratiempos de la vida.

Así mismo, numerosas investigaciones demuestran que los estados depresivos en jóvenes mejorar si les enseñamos a:

· Modificar las pautas de pensamiento.
· A hacer amigos.
· A relacionarse mejor con sus padres.
· A comprometerse con actividades sociales atractivas.

Está meridianamente claro, que debemos desarrollar en nuestros adolescentes tanto la inteligencia creativa como la emocional, y que éstas, se pueden desarrollar. Descuidar la inteligencia emocional y sólo fijarse en los contenidos académicos, puede conducir al adolescente a la depresión, la agresividad o a los trastornos alimentarios.

Pero seguro que todos nos preguntamos ¿Qué lo que les debemos enseñar, para evitar los procesos depresivos?


A nuestros adolescentes les debemos enseñar a:

1. Hacer frente a estados de ánimo como la ansiedad, el abatimiento o el enfado.

2. Capacidad para identificar, expresar y controlar los sentimientos.

3. La habilidad para controlar sus impulsos.

4. Las gratificaciones no son inmediatas.

5. Manejar las sensaciones de tensión y de ansiedad.

6. Dominar los impulsos diferenciando entre los sentimientos.

7. Controlar el impulso de actuar.

8. Aprender a adoptar las mejores decisiones emocionales.

9. Identificar las distintas alternativas de acción y sus posibles consecuencias.

10. Saber escuchar.

11. Saber resistir a las influencias negativas.

12. Asumir la perspectiva de los demás.

13. Capacidad de interpretar los signos emocionales y sociales.

Debemos lograr que nuestros adolescentes utilicen un protocolo de actuación que sirva para el control de los impulsos (D. Goleman 1996)

· Detente, serénate y piensa antes de actuar.
· Expresa el problema y di cómo te sientes
· Proponte un objeto cumplido
· Piensa en varias soluciones.
· Piensa de antemano las consecuencias
· Sigue adelante y trata de llevar el mejor plan.

Para que nuestros jóvenes, tengan una mayor autoconciencia emocional profundizando en el conocimiento de las emociones y los sentimientos, insistiremos en el control de las emociones, mejorando la tolerancia a la frustración y el mejor manejo de la ira, buscando que tengan una menor impulsividad y un mayor autocontrol.

Es muy importante que vean que es fundamental asumir el punto de vista del otro, tener una mayor capacidad para escucharlo y una mayor sensibilidad hacia los sentimientos de los otros. Debemos enseñarles a resolver los conflictos y negociar los desacuerdos, así como que deben ser más solidarios, cooperadores, participativos y sociables.

La función principal que debe tener el profesor, además de proporcionarles esta serie de herramientas es la informar a la familia cuando detecte algunos de los síntomas que pueden ser el comienzo de una depresión para atajar el problema cuanto antes; y para ello, es necesario una mayor observación y diálogo con nuestros alumnos.




5. Estrategias de intervención en el aula




La investigación reciente, afirma que la aparición de un acontecimiento o evento estresante puede descompensar la conducta infantil, favoreciendo la emergencia de pensamientos y sentimientos depresivos en el niño.

La disminución del rendimiento escolar, es una de las primeras señales indicadoras de la aparición de un cuadro depresivo. En este aspecto, bastará que el docente ponga en marcha las pertinentes habilidades pedagógicas para evitar el fracaso del alumno en las tareas académicas. En otros casos, su tarea será más compleja especializándose en técnicas de mejora de la motivación de los alumnos hacia la tarea escolar.

La observación será uno de los instrumentos más importantes con los que cuenta el maestro para atender a la depresión infantil (Xavier Méndez 2002). Es la observación la que nos informa de la situación que hace entristecer al niño, de esta forma, se pueden plantear unos cambios en el programa para evitar esas situaciones que aumentan su aflicción.

De esta forma, debemos tener presente que los estilos educativos de los maestros pueden provocar una situación estresante al alumno. Por lo que la primera actuación que deberíamos llevar a cabo en las aulas, es la modificación de los programas y de los estilos de enseñanza que puedan provocar estrés, miedo o ansiedad al alumno.

A parte de valorar su propio estilo de enseñanza, la tarea de los docentes en el campo de la depresión, se limita a la prevención primaria y secundaria y a la derivación de casos a profesionales clínicos o psicológicos.

En el ámbito de la prevención primaria, la que hace referencia a evitar agentes contraproducentes para la salud de los niños, debemos hacer referencia a tres tipos de actuaciones (Polaina-Garente):

1.- Cuidar la salud mental del maestro: Es importante que la figura de referencia del alumno sea una persona vital, animada y alegre para poder prevenir problemas emocionales en los alumnos a los que atiende.

2.- Debemos estar atentos a situaciones de riesgo: Hay una serie de situaciones en las que lo alumnos presentan mayor predisposición a sufrir depresiones. Entre ellas están el absentismo escolar, una enfermedad grave del alumno o familiar, problemática familiar, problemas de lenguaje oral o psicomotor y dificultades de aprendizaje, sobretodo los problemas de lectura oral.

3.- Aplicar programas de prevención en el aula: Cuestionarios de estilo atribucional, de autoestima, de locus de control y cuestionarios “life-events”.

En lo referente a la prevención secundaria, la que se refiere a una detección precoz, cabe destacar las siguientes actuaciones (Polaina-Garente):

1.- Sensibilizar y formar a los maestros para ser capaces de detectar los signos de alarma anteriormente expuestos.

2.- Aplicar programas afectivos y de role-play.

3.- Observación para detectar, cuanto antes, los indicadores referentes a la depresión infantil o juvenil.

Para Servera (2002), es imprescindible la educación emocional y los programas de autoestima para poder prevenir y detectar problemas emocionales.

Por último, debemos tener en cuenta que la depresión es una enfermedad que puede adquirir mucha gravedad. Por que debemos informar a los padres del los indicadores que estemos percibiendo, y derivar el caso a profesionales del campo (psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos…).


6. Bibliografía





- Anaya Nieto. D (2002): Diagnóstico en Educación. Sanz y Torres. Madrid.

- Del Barrio, V. (2002): Evaluación Psicológica en la Infancia y la Adolescencia. UNED. Madrid.

- Del Barrio V. (1997) Depresión infantil. Ariel. Barcelona.

- Goleman D. (1996) Inteligencia Emocional. Kairos. Barcelona.

- Méndez F.X. (2002) El niño que no sonríe. Pirámide. Madrid

- Neil R. Carlson (1998) Fisiología de la conducta. Ariel Neurociencia. Barcelona.

- Polaina-Garente (1988) Las depresiones infantiles. Morata. Madrid.

- Servera Barceló M (2002) Intervención en los trastornos del comportamiento infantil. Pirámie. Madrid.














ANEXO.

INFORME PSICOPEDAGÓGICO


DATOS DEL ALUMNO

Apellidos: G. L.
Nombre: P.
Fecha Nacimiento: 28/10/1995
Edad actual: 12; 7
Localidad:
Centro Educativo:
Curso y Etapa: 1º ESO
Fecha de la Evaluación: Marzo 2008


MOTIVOS PARA LA REFERENCIA

El alumno muestra un comportamiento en clase que preocupa a su tutora. No trae las tareas hechas, se distrae mucho, llora con frecuencia y él mismo manifiesta que siempre tiene ganas de llorar. Se siente habitualmente mal e incomprendido, poco querido por sus compañeros, padres y profesores.

Su tutora solicita al Departamento de Orientación la valoración del alumno.


HISTORIA PERSONAL

A. DATOS EVOLUTIVOS

La madre de P cuenta que su tanto el embarazo de P como su parto fue bueno. El alumno no ha sufrido enfermedades frecuentemente; sólo ha tenido la varicela.

Comienza a gatear con 9 meses y a andar con 10 meses. Sus padres comentan que no habla hasta los 2 años.

B. HISTORIA CLÍNICA

Los padres de P manifiestan que el hijo siempre ha sido muy problemático. Que ya desde más pequeño le dicen en los colegios constantemente que el alumno muestra conductas disruptivas. Los padres llegan a comentar a una de sus profesoras si sería conveniente que el niño asistiese a la consulta de un psicólogo pero esta les dice que no es necesario, por lo que finalmente no acuden a dicho profesional.

No se mencionan otros datos de este aspecto.



C. ANTECEDENTES ESCOLARES

Pablo está escolarizado desde los 16 meses. Con 3 años entra en el colegio San Juan Bosco y en 5º de E.P, ingresa en nuestro centro. El cambio se ha debió a un traslado de domicilio de la familia. Durante dos años y hasta que han conseguido plaza en el centro, lo han estado llevando al colegio primero.

D. TRATAMIENTOS ESPECÍFICOS

Los padres no refieren que P haya recibido ningún tipo de tratamiento.

E. ASPECTOS SOCIOFAMILIARES

La familia de P está compuesta por padre (C, Oficial Aluminista), madre (C, Auxiliar Administrativo, trabaja actualmente en Vodafone), P y dos hermanas menores: A, de 8 años y L de 3.

En el aspecto sociofamiliar se observan discrepancias entre lo que refiere P e incluso su hermana A, con lo que dicen sus padres. P afirma que pasa bastante tiempo solo por las tardes y que se hace cargo muchas veces de sus hermanas; sus padres niegan tajantemente este aspecto, con especial vehemencia su padre puesto que es él quien dice que pasa las tardes enteras con ellos, ya que su madre trabaja en turno de 18 p.m a 2.am (ella dice haber cogido este turno de trabajo para estar con los hijos). Refieren que siempre tienen compañía, puesto que también cuentan con la ayuda de una abuela. Que el niño siempre está atendido.

A cuenta a su tutora que le parece que sus padres se están separando porque su madre está llevando mucha ropa y muebles a otro piso. P dice que está harto ya de oír gritos en su casa y que cuando esto ocurre, se mete en su cuarto y se tapa la cabeza con la almohada, para no escuchar.


PROCEDIMIENTO DE VALORACIÓN

A. TÉCNICAS Y PRUEBAS APLICADAS

- Entrevista personal con sus padres
- Entrevista personal con su tutora
- Entrevista personal con el alumno
- Test de Factor G de Cattell
- Test de Atención Concentración D2
- Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños- Revisada, WISC-R
- Cuestionario de Autocontrol Infantil y Adolescente
- Cuestionario de Depresión para niños CDS


B. CONDUCTA DURANTE LA EXPLORACIÓN

La conducta de P se ha ido modificando en las sucesivas sesiones que se han ido teniendo con él. La primera sesión comenzó a llorar nada más preguntarle cómo se sentía; estuvo llorando casi todo el tiempo por lo que no se pudo trabajar lo previsto. Pablo manifestó que se sentía siempre muy mal, siempre con ganas de llorar; que no puede contarle a nadie como se siente puesto que nadie lo entiende, que todo el mundo cree que es mentira lo que cuenta. Que no puede contarle a sus padres como está, porque no lo entienden y que además le reñirían. Que sus compañeros de clase no le quieren, que él siempre está dispuesto a ayudarles en cualquier cosa que le pidan pero que los demás se portan mal con él.

La siguiente vez que se le llamó, al preguntarle como se sentía también tuvo intención de ponerse a llorar, pero se le cortó rápidamente con el pretexto de que tenía que estar muy concentrado para lo que iba a realizar. El alumno trabajo bien, pero se nota una falta de concentración importante. Suele cortar la tarea que esté haciendo y cuenta algo que le haya sucedido o se distrae con el ambiente externo.

Tanto en esa sesión como las siguientes han tenido un desarrollo normal; P se muestra contento cuando sale de clase a realizar tareas con el Departamento y hemos establecido una buena relación. Cuando vamos a su clase siempre pregunta si vamos a por él.


VALORACIÓN FUNCIONAL DE LOS DATOS OBTENIDOS

A. ÁREA COGNITIVA Y DE PERSONALIDAD

Se exponen a continuación los resultados de las pruebas administradas:

Test de Factor G de Cattell:

- PD: 21; CI: 102; PC : 55

WISC-R:

- CI Verbal: 122
- CI Manipulativo: 104
- CI TOTAL: 116
- Clasificación: Media-Alta
- Centil: 84

Exponemos a continuación los resultados parciales obtenidos en las pruebas del WISC-R administradas, lo que mide cada una y las edades mentales equivalentes a cada prueba.

PRUEBAS VERBALES:

- Información: mide la cantidad de información tomada del entorno. El alumno obtiene una PD: 12; PT: 8.
- Semejanzas: mide la capacidad de formación de conceptos, pensamiento asociativo y abstracción verbal. PD: 16; PT: 12..
- Aritmética: mide la eficiencia para resolver problemas que presuponen la comprensión del concepto de número, capacidad de atención y de concentración. PD: 13; PT: 11.
- Vocabulario: familiaridad con las palabras y facilidad de expresión verbal. PD: 36; PT: 12. EE:
- Comprensión: mide el juicio práctico, el sentido común y la adquisición e interiorización de la cultura. PD: 19; PT: 14. EE:.
- Dígitos (prueba complementaria, no incluida en puntuación total): mide la memoria auditiva inmediata y la capacidad de atención y resistencia a la distracción. PD: 9; PT: 8.

PRUEBAS MANIPULATIVAS:

- Figuras Incompletas: mide la capacidad para distinguir modificaciones, aspectos esenciales y secundarios. PD: 22; PT: 14.
- Historietas: mide la percepción e integración visual de elementos secuenciados en conjuntos con sentido. PD: 24; PT: 8.
- Cubos: mide la capacidad para analizar, sintetizar y reproducir dibujos geométricos. También impulsividad, resistencia a la distracción y meticulosidad. PD: 41, PT: 13. EE:
- Rompecabezas: mide la síntesis visual, la coordinación visomotora, la persistencia y la impulsividad. PD: 24; PT: 12.
- Claves: mide la capacidad de aprendizaje asociativo, destreza visomotora, velocidad de ejecución. PD: 32; PT: 6.


Cuestionario de Autocontrol Infantil y Adolescente – CACIA:

Este cuestionario se dirige a la evaluación del auto-control, considerado desde un punto de vista conductual, cuya base es el esfuerzo consciente de la persona para modificar sus reacciones. Cualquier alteración o distorsión en esto (o ausencia), sería suficiente para que no aparecieran cambios en el comportamiento del individuo y se iniciarán otros procesos diferentes (depresión, desamparo, etc.)

Está dividido en dos escalas, positiva y negativa. Estos son los resultados obtenidos por P:

Escalas Positivas:

- Retroalimentación Personal (RP): detecta aspectos relacionados con la auto-observación, búsqueda de causas del comportamiento y análisis de situaciones. Estos aspectos cumplen la función de guías orientativas para las decisiones de la persona. Una puntuación elevada indica una buena capacidad para conocerse a uno mismo, darse cuenta de los actos propios y un interés por averiguar los motivos y razones que determinan lo que uno hace. Pablo obtiene una PD: 13; PC: 74.
- Auto Control Criterial (ACC): refleja la capacidad del alumno para soportar situaciones dolorosas o desagradables y aspectos de la responsabilidad personal. PD: 4; PC: 22.
- Retraso de la Recompensa (RR): recoge comportamientos relacionados con el control de respuestas impulsivas, en la medida en que el sujeto debe hacer, en primer lugar, lo que debe o es más urgente e importante, dejando para después lo que le apetece. Una elevada puntuación mostraría comportamientos de organización y estructuración de sus tareas, buen hábito de trabajo y no se dejaría llevar fácilmente por sus apetencias más impulsivas. Obtiene una PD: 13; PC: 81.

Escalas Negativas:

- Auto Control Procesual (ACP): recoge aspectos referidos a la autoevaluación (comparar lo que uno hace con lo que debería o desearía realizar), auto-grafiticación y auto-castigo. Una alta puntuación puede indicar desasosiego por cuestionar el propio comportamiento y una preocupación por actuar rígidamente según normas y reglas. Esta escala tiene relación con variables como la ansiedad, el neuroticismo y las creencias irracionales, apunta a una focalización excesiva en el logro de ciertos objetivos o cumplimiento de normas a las cuales se condiciona la autoestima y sentimientos de insatisfacción. PD:18; PC:28

Este cuestionario incluye una escala de Sinceridad, para comprobar en qué grado el sujeto está diciendo lo que realmente siente o lo que piensa que debe decir en ese momento (Deseabilidad Social). P obtiene una PD: 7; PC: 28.

En sucesivas ocasiones hemos comprobado que P cree firmemente que él no es la causa de sus problemas. El refiere que -“hoy me he propuesto que todo me saliese bien, pero al final siempre me tienen que pasar cosas (pelea con un compañero, riña de un profesor). Soy un desgraciado”-. Cuando ocurrió este episodio, a la vez que decía esto llorando golpeaba con los puños una pared.

Test Atención D2: resultados parciales:

-Total de Respuestas TR: Es una medida de la atención (sostenida y selectiva), de la velocidad del procesamiento, la cantidad de trabajo realizado y la motivación. Evalúa el total de respuestas ofrecidas, independientemente de ser aciertos o errores. Pc=20
- Omisiones O (de elementos relevantes): medida del control atencional, cumplimiento de una regla, precisión de la búsqueda visual y calidad de la actuación. Pc= 80
- Comisiones C (de elementos relevantes): relacionados con el control inhibitorio, el cumplimiento de una regla, la precisión de la búsqueda visual, la minuciosidad y la flexibilidad cognitiva. Pc= 85
-Efectividad total en la prueba TOT: Proporciona una medida de control atencional e inhibitorio y de la relación entre la velocidad y la precisión de los sujetos. Pc=30
-Total de Aciertos TA: Pc=30
-Índice de Concentración CON: Es un índice del equilibrio entre velocidad y precisión en la actuación del sujeto. Pc=35
-Índice de Variación VAR: Evalúa la estabilidad y la consistencia en el tiempo de la actuación del sujeto. Pc=2

El sujeto obtiene unas puntuaciones en atención y concentración BAJAS.

Este punto es ratificado tanto por su tutora, la cual comenta que le cuesta mucho concentrarse, incluso en los exámenes, como por sus padres, los cuales manifiestan que en casa por las tardes puede llegar a tardar horas en realizar su tarea, la cual además lleva sin hacer muchas veces al colegio. P dice que es porque no le da tiempo, ya que pasa algunas tardes mucho tiempo en casa de su abuela y allí hay mucho ruido y no se puede concentrar. Sus padres comentan que en casa demanda absoluto silencio cuando se pone ha realizar sus tareas.

Cuestionario de Depresión para Niños, CDS:

La depresión en los niños no presenta los mismos síntomas que en los adultos. Los niños pueden presentar problemas de conducta, reacciones como fobias escolares, dificultades en el aprendizaje, berrinches y mal humor, tendencia a los accidentes, holgazanería, autodestrucción, alteraciones digestivas y en el sueño, dolores de cabeza. Irritabilidad, llantos incomprensibles o explosiones de mal temperamento. (Lang y Tisher, 2003).

Este test se subdivide en dos escalas: Total Depresivo y Total Positivo. Las puntuaciones obtenidas por Pablo en cada una de las subescalas y lo que mide cada una son:
- Total Depresivo:
- Respuesta Afectiva RA: alude al estado de humor de los sentimientos del sujeto, de tal forma que a mayor puntuación, mayor número de respuestas afectivas negativas. P obtiene una Pd=34; PC=99
- Problemas Sociales PS: se refiere a las dificultades en la interacción social, aislamiento y soledad del niño. Pd=29; PC=87.
- Autoestima AE: se relaciona con la intensidad de sentimientos, conceptos y actitudes de tipo negativo del niño en relación con su propia autoestima y valor. Pd= 17; PC=20.
- Preocupación por la muerte, salud PM: alude a los sueños y fantasías del niño en relación con su enfermedad o muerte. Pd= 13; PC= 12.
- Sentimiento de Culpabilidad SC: referida a la autopunición del niño. Pd= 24; PC=40.
- Depresivos Varios DV: cuestiones de tipo depresivo que no pudieron agruparse para formar una entidad. Pd=31; PC=50.

- Total Positivo:
- Ánimo-Alegría AA: alude a la ausencia de alegría, diversión y felicidad en la vida del niño o a su incapacidad para experimentarlas. A mayor puntuación, mayor carencia de dichos elementos existe en la vida del niño. P obtiene una Pd=34, PC=99.
- Positivos Varios PV: incluye aquellas cuestiones de tipo positivo que no pudieron agruparse para formar una entidad y cuya ausencia (puntuación alta) pueden suponer importantes manifestaciones depresivas en el niño. P obtiene una Pd=33; Pc=96.

Los resultados obtenidos por P en este cuestionario son los que realmente en el centro más nos preocupan y principal detonante de este informe y la derivación del alumno a un psicólogo infantil.

Los padres de P manifiestan en reiteradas ocasiones que el hijo es muy mentiroso. Que desde pequeño está siempre llamando la atención y no entienden porqué ese afán, si es al hijo al que más atención le prestan. Que él no tiene que acaparar todo el tiempo ya que sus hermanas también lo necesitan. Que no disfruta de ninguna actividad de las que hacen juntos toda la familia. Su padre dice “a veces parece un zombi. Sólo le gusta la tele, pero si se la quitásemos, le daría igual. Le quitamos la Nintendo, a la que estaba “enganchado” y ni siquiera la ha vuelto a pedir, lo mismo le ha pasado con la bicicleta”. Que reclama desde pequeño mucha soledad; desde pequeño se ha aislado (se metía dentro de una caja o bajo la mesa y allí podía quedarse hasta dormido)

Su tutora nos comenta que cuando le pide que haga una composición escrita, normalmente la temática versa sobre niños a los que les ocurre algo, están desamparados, abandonados o se pierden. Una vez escribió una historia de un niño que salía sólo a la calle, se perdía y terminaba atropellándolo un coche.


B. NIVEL DE ADAPTACIÓN PERSONAL Y SOCIAL

La tutora de manifiesta que P se encuentra bien adaptado en la clase, los compañeros lo han aceptado y le ayudan cuando lo necesitan. En los recreos P juega sin problemas, como cualquier otro alumno. Sin embargo él vierte opiniones totalmente contrarias: dice que desde que llegó sus compañeros no le tratan bien, que le molestan y le ofenden constantemente; que en los recreos le hacen cosas para que se sienta mal, todo ello a propósito. Esto hace que el alumno se sienta siempre muy desdichado e incurra frecuentemente en llantos e incluso rabietas.

Con respecto a su adaptación personal, tanto expresado verbalmente por el alumno como en los resultados obtenidos en las distintas pruebas, observamos que P tiene una adaptación personal adecuada; él no considera que la raíz de sus problemas sea él mismo, sino que vienen de fuera (locus de control externo), lo que le hace creer que no tiene oportunidad de cambiar las situaciones.


C. ÁREA DEL LENGUAJE Y COMUNICACIÓN

P tiene un buen nivel lingüístico y comunicativo, se expresa correctamente, incluso con un nivel superior a su edad. Es capaz de comunicar sus sentimientos y peticiones de manera clara y fluida.

D. DESARROLLO PERCEPTIVO-MOTRIZ

Durante el desarrollo de la evaluación no se observan especiales dificultades en este nivel.

E. AUTONOMÍA PERSONAL

P es un niño autónomo en los cuidados personales habituales (aseo, vestido, comida), no así para la realización de las tareas escolares, que necesita una persona a su lado constantemente.
CONCLUSIONES Y MODALIDAD EDUCATIVA RECOMENDADA


A la vista de los resultados obtenidos en las diversas pruebas y entrevistas realizadas, observamos que el alumno tiene buenas capacidades intelectuales, pero presenta algún problema de atención y concentración que le repercute en que los resultados tanto a nivel de evaluación psicopedagógica como sobre todo escolares, no sean los esperados según sus aptitudes.

Sin embargo y lo que más preocupa son los datos obtenidos en el Cuestionario de Depresión. Los resultados parecen indicar que el alumno podría estar sufriendo un cuadro depresivo, lo cual le está interfiriendo, entre otras cosas, en su rendimiento académico y probablemente en su atención-concentración.

Por estos motivos proponemos:

- Asistencia del alumno a un especialista, para que se presenten estos resultados y establezca las pautas que considere oportunas tomar.
- Dar al alumno un refuerzo positivo cuando trabaje correctamente, termine las tareas y se porte de manera adecuada, pero a su vez ser firmes cuando se considere necesario.
- Mantener reuniones periódicas con su tutora para valorar los resultados de las actuaciones específicas que se lleven a cabo con el alumno.
- Contacto periódico con la familia e implicación de esta para con su hijo, aspecto este fundamental para que P pueda cambiar sus sentimientos con respecto a su papel en la familia y en el colegio y repercuta positivamente en una mejoría global del alumno.




En …………, a 15 de marzo de 2008.






Fdo: . ----------------------------------