Breve resumen de Fernando Téllez Molina sobre el
Trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad
La historia del TDAH comienza con Heinrich Hoffman en 1865 en los que se describe los problemas que tiene un niño, posteriormente aparecen en 1902 los británicos Still y Tredgold que informan a la comunidad científica de una muestra importante de niños que tiene un “ defecto de control moral”, así mismo, se describen en 1917-1918 cuadros similares de hiperactividad e impulsividad y con rendimiento muy por debajo de su C.I. después de un brote de encefalitis epidémica, por eso, en las décadas del 30 y 40 se habló de un
“Síndrome del daño cerebral “, en las décadas de los 50 y 60, se habló del
“Daño cerebral mínimo “y de la “Disfunción cerebral mínima “, siendo en los 70, cuando el término Hipercinesia o Síndrome de la hiperactividad tiene como características: la impulsividad, inatención, baja tolerancia a la frustración y agresividad. En la década de los 80 en el DSM-III, la enfermedad se denomina “Trastorno por déficit de atención (con o sin hiperactividad ) “ ( TDA+/- H ); en 1994 en el DSM-IV , el síndrome es nombrado por TDAH, es decir, “ Trastorno por déficit de atención e hiperactividad e hiperactividad “, y se distinguen tres tipos: combinado, inatento e hiperactivo-impulsivo.
A finales de los años 30, Bradley, nos habla de las mejora de los niños con problemas de conducta, a base, de tomar derivados de las anfetaminas, en este campo, se ha investigado mucho y con controversias, sobre la utilización de la medicación, pero el estudio del MTA, nos habla de la eficacia del tratamiento farmacológico y casi todos los especialistas consultados, nos dicen que lo mejor es un tratamiento combinado
Epidemiología
El CIE-10: Clasificación Internacional de Enfermedades requiere que el paciente tenga 10 síntomas en los tres dominios ( inatención, hiperactividad e impulsividad), sin embargo, el DSM-IV lo define de una forma más amplia, ya que, se requieren 6 síntomas, para la inatención, 6 para la hiperactividad o 6 para el combinado, hay que decir que en Europa, el que se está imponiendo es el DSM-IV, aunque en Europa llegó a ser más influyente el CIE-10, los síntomas deben aparecer antes de los 7 años, al menos, en dos ambientes de la vida del niño, y durar, por lo menos 6 meses.
Si se utiliza el DSM-IV, la prevalencia es del 5%, con un rango que va, desde el 2.2 al 12%, es más frecuente en hombres 4:1, respecto a las mujeres en el tipo hiperactivo, y de 2:1 en el tipo inatento.
Está presente con una frecuencia muy alta, en los niños con fracaso escolar, y es el trastorno psiquiátrico, más frecuente en la infancia.
Etiología
Las causas más frecuentes son:
Genética: Se multiplica por 8, si uno de los progenitores lo es, y si un niño tiene TDAH, el 76% de la causa por la que lo tiene, es ésa, así como que la probabilidad de que un niño tenga TDAH, llega hasta el 57% si uno de los padres lo tiene.
Adversidad psicosocial: Se multiplica por 4.
Peso bajo al nacer: Se multiplica por 3.2
Tabaco en el embarazo: Se multiplica por 2.9
Los genes que parece que conllevan mayor riesgo para tener TDAH son:
DRD4*7 que está en cromosoma 11que es responsable el receptor D4 del neurotrasmisor de la dopamina y se activa también con la epinefrina y norepinefrina.
DAT1 que está en el cromosoma 5 y está relacionado con la proteína que trasporta la dopamina.
DRD5 y el DBH también están relacionados con proteínas que ejercen su función en la dopamina.
Por esa razón, se utilizan medicamentos que elevan los niveles de dopamina y de noradrenalina.
Los neurotrasmisores son mensajeros químicos que sirven para la comunicación entre las neuronas, activando como la dopamina y la noradrenalina, o regulando como la serotonina..
En el córtex prefrontal y en los ganglios basales es dónde según las investigaciones, se producen los problemas.
Los niños y adolescentes con TDAH, tienen más pequeños los núcleos de neuronas que regulan la atención, y también, podemos decir, que menos activos, lo mismo sucede con los glanglios basales ( globus pallidus y putamen).
La corteza prefrontal se encarga de la función ejecutiva, es decir, planifica una acción, la inicia, la regula, hace el seguimiento según el plan, evita distracciones y rechaza interferencias, siendo flexible cuando cambian las circunstancias.
La circunvolución cingulada es muy importante tanto en el TDAH, como en la depresión, ya que, en el cíngulo anterior, está la función del sector afectivo y la del sector cognitivo, por lo que los pacientes con depresión tienen problemas de memoria, atención y concentración y los TDAH, tienen dificultades, para regular sus emociones
El profesor Barkley, parte de la hipótesis, de que los niños y adolescentes que tienen el TDAH, no hay inhibición de la respuesta, por ello, por ello, no saben que deben:
· Esperar antes de hacer.
· Pensar lo que se quiere hacer.
· Hacerlo.
· Analizar cómo lo estoy haciendo.
· Terminarlo.
Una función clave que no está funcionando correctamente, es la función ejecutiva, lo que denominamos autocontrol, que son las indicaciones que nos hacemos los seres humanos, para cambiar.
Las funciones que hacen posible el autocontrol, son:
· Memoria de trabajo no verbal.
· Memoria de trabajo verbal.
· Autorregulación.
· Reconstrucción.
La memoria de trabajo no verbal, nos ayuda a recordar y predecir situaciones, y por lo tanto, a tomar decisiones.
La memoria de trabajo verbal es un lenguaje interior que permite reflexionar, darse instrucciones y corregirnos, es aquí, donde se da un retraso importante con respecto a los niños de sus edad.
Autorregulación, es la facultad para retrasar la respuestas emocionales y para auto-motivarnos.
La reconstrucción es la capacidad de reconstruir mentalmente para abordar situaciones nuevas y dar soluciones adecuadas a las propias experiencias.
El profesor Brown, hace un mayor énfasis en la motivación y en la regulación de la emoción.
Propone 6 bloques generales que componen el sistema de la función ejecutiva: activación, concentración, esfuerzo, emoción, memoria y acción.
Activación: Los niños con TDAH suelen dejar todo para el final y lo resuelven con prisas por lo que cometen errores.
Concentración: A los que tienen el TDAH les cuesta concentrarse, mantenerse y cambiar de tarea.
Esfuerzo: Les cuesta mantener el esfuerzo, mantenerse despiertos, despejados y en alerta, no saben mantener un ritmo adecuado.
Emoción: Los niños con TDAH suelen tener problemas para modular sus emociones y manejar sus frustraciones; tienen mucha mayor sensibilidad y eso hace que les afecten mucho las discusiones familiares.
Memoria: Los niños con TDAH, tienen muy buena memoria de las cosas de tiempo atrás, pero no pueden disponer de la información cuando la necesitan, aunque la recuerden, cuando no la necesitan y no suelen acordarse, por ejemplo, en dónde acaban de dejar algo.
Acción: Tiene problemas para controlar su impulsividad, tanto al hacer, como al hablar o al pensar, además de no tener en cuenta el contexto.
Todo este modelo se encuentra en el libro:
Attention déficit disorder. The unfocused mind in children and adults ( Yale University Press, 2005 )
El profesor Ross W. Greene, plantea que hay un grupo de niños que tienen dificultades para controlar su frustración manifestando su inflexibilidad y un carácter explosivo, teniendo un pensamiento muy simple, con una tendencia a la frustración, no pudiendo controlar su comportamiento, pierden el control y tienen una gran agresividad física y verbal, por lo que responden mal a la disciplina, y hay que tener en cuenta, que cuando comienza la explosión y se pasa el punto de no retorno, ya no valen ninguno de los sistemas que pueden servir con otros niños, dentro de ese grupo de niños, encontramos muchos con el TDAH, que responden a este perfil.
Descripción clínica del TDAH
El TDAH es un trastorno psiquiátrico de origen biológico que afecta a la capacidad para prestar atención a las acciones que realiza, regular su nivel de actividad o frenar su comportamiento.
Características de la inatención
Se aburren y “se les va el santo al cielo “.
Cometen errores en asuntos, que no son complicados para sus aptitudes.
No saben organizarse e ir realizando poco a poco sus tareas.
Habitualmente se pierden con cualquier estímulo.
Características de la hiperactividad
Suelen estar en movimiento constante.
Tiene actividades impropias a su edad.
Esta actividad excesiva, dificulta el trabajo del niño.
Características de la impulsividad
Tiene dificultades para inhibir sus respuestas o reacciones
No piensan en las consecuencias de sus actos.
Suelen interrumpir constantemente.
Organizan mal el espacio en el papel y suelen tener mala caligrafía.
Solo ven las consecuencias de sus actos, cuando ya es demasiado tarde.
No suelen esperar su turno.
Suelen tener otros rasgos definitorios:
Dificultad para las relaciones con otras personas.
Bajo rendimiento escolar.
Baja autoestima.
Comorbilidad (trastorno oposicional desafiante, trastorno de la conducta, trastornos de aprendizaje, ansiedad y depresión.
Aspectos positivos de los TDAH
Se entusiasman con facilidad.
Están abiertos a nuevas ideas
Son bromistas.
Alta creatividad.
Mucha energía para trabajar.
Normalmente las personas que van a realizar la detección del TDAH, van a ser los padres y/o los profesores, que deben derivar a los niños al pediatra, para que realice la valoración.
¿Cuáles son los elementos, que hacen que nos encontremos ante un problema complejo ?
Problemas neurológicos
Epilepsia.
Retraso del lenguaje, motor o global: encefalopatías, trastornos cromosómicos.
Trastornos del aprendizaje: dislexia,disgrafía,discalculia,etc.
Problemas psiquiátricos
Ansiedad.
Depresión.
Enfermedad bipolar.
Trastorno oposicional desafiante.
Trastorno de conducta.
El término comorbilidad es el acompañamiento de otro trastorno o enfermedad, que puede tener una persona que padece el TDAH; y que suelen aparecer, cuánto más tarde sea diagnosticado el niño.
Una vez analizado todos los elementos, se comenzará actuando en los tres frentes:
Tratamiento psicológico: Para mejorar las conductas y los comportamientos del niño, hace falta preparar a los padres y profesores en esas técnicas.
Apoyo escolar y pedagógico: profesor particular individual para el tratamiento de los trastornos específicos de aprendizaje.
Tratamiento farmacológico ( metilfenidato o atomoxetina)
Es interesante para las entrevistas de diagnóstico saber que estos niños, suelen responder sin pensar y con respuestas muy breves, no mantienen el esfuerzo en algo que no ven necesario, cambiando de tema e interrumpiendo.
Tiene una importancia capital, el conocimiento del nivel intelectual del niño, adolescente o adulto, con un test de WISC o de Raven.
Hay que tener en cuenta que hay una serie de fármacos que tiene efectos sobre la atención y la actividad motriz:
Antihistamínicos.
Anticolinérgicos.
Anticonvulsionantes.
Broncodilatadores.
Corticoesteroides.
Diuréticos.
Descongestión nasal.
Antibióticos gramnegativos.
Isoniazida.
Metoclopramida.
Hay que saber, que el consumo el alcohol tiene un porcentaje del 40% a los 14 años que sobrepasa el 80% a los 18 años, así mismo, que el consumo de cannabis, pasa de un 15% a los 14 años, a un 40% a los 18 años, con los efectos que tienen estas drogas en la atención.
Lo que está claro, es que si un niño TDAH no es tratado correctamente, presentará problemas en su rendimiento escolar, que afectará a la postre al desarrollo social y emocional del mismo.
Los trastornos más frecuentes (más del 50% ) que van asociados al TDAH son el trastorno negativista desafiante, el trastorno de conducta , los trastornos del humor ( depresión y bipolar ) y el trastorno de ansiedad.
Trastorno oposicional desafiante.
Es una forma moderadamente severa, de trastorno del comportamiento que ocurre en la infancia y en la adolescencia temprana.
Los niños son guerreros, obstinados, provocativos, con una falta de control emocional, que les lleva a frecuentes riñas y peleas con adultos y con sus compañeros, desafiando reglas, prohibiciones, normas y buscando siempre el enfrentamiento con las figuras de autoridad, sobre un 5% de la población tiene este trastorno, que aumenta considerablemente hasta un 40% en los niños con TDAH. Suelen ser resentidos, rencorosos y vengativos y prefieren perder antes que pedir perdón.
Es mucho más frecuente en los niños que en las niñas ( entre 2 y 3 veces ), pero hay que tener en cuenta, que tiene que manifestarse por lo menos, durante 6 meses y que no debe confundirse con lo que realiza a veces el niño con TDAH, que no obedece porque no recuerda, o que se despista o no escucha porque está absorto en lo que hace.
El 40% de los niños que tienen este trastorno, desarrollan en la adolescencia un trastorno de conducta, que es una forma más grave , los que tienen más posibilidades de contraerlo, son aquellos niños con un CI bajo, con muchos conflictos y con graves problemas a la autoridad paterna.
Trastorno de la conducta.
Los adolescentes que tienen este trastorno rompen y desafían todo tipo de normas y derechos, y pueden llegar a la delincuencia, pueden actuar en grupo o solitariamente, y puede ser una violencia premeditada o no planificada, no hay confundirlo con gamberrismo esporádico.
Son muy difíciles de llevar y crean graves problemas a la convivencia, tanto en el entorno familiar como en el escolar, para diagnosticarlos hace falta que haya hecho 3 veces en un año las siguientes cosas:
Agresión a personas o animales ( intimidación, peleas, crueldad, robo con intimidación, forzar relaciones sexuales.
Destrucción de objetos ( Incendios o destrozos )
Engaños y robos ( mentiras constantes, robos en casas o en coches )
Violaciones serias de las normas ( pasar la noche fuera sin permiso, escapase de casa y /o no asistir a las clases antes de los 13 años )
Habría que señalar que el tratamiento conductual es muy eficaz para estos tipos de trastornos, utilizando el sistema de premios y castigos por las conductas realizadas.
Depresión.
La depresión en los niños y adolescentes es una enfermedad frecuente y que está encuadrada en los trastornos del humor. Un 5% de los niños la padecerá antes de cumplir los 19 años, y se cree que esta enfermedad de origen biológico, puede ser genética y que esa predisposición puede ser activada por el contexto.
Suele darse igual en los dos sexos en la infancia y en la adolescencia, pero después, en la edad adulta, es muy superior en las mujeres, que casi son el doble que los hombres.
Los síntomas son los siguientes:
Autoestima baja.
Dolores sin causa (abdominales, cefaleas, mareos, naúseas, mareos...etc )
Tristeza y desesperanza.
Falta de interés.
Ira, irritabilidad.
Falta de energía, cansancio
Disminución del rendimiento escolar y falta de atención.
Aislamiento.
Abuso del alcohol y las drogas.
El mejor tratamiento, es psicoterapia cognitivo-conductual y medicación
( antidepresivos ).
Estos medicamentos, no son drogas, son seguros, no crean dependencia ni adicción y no producen daños, suelen tener algún efecto secundario como náuseas, ardor estomacal y aumento del sueño, pero el retrasar o no la administración de estos fármacos, puede traer unas consecuencias mucho peores. Suelen tardar varias semanas en hacer efecto (3 o 4 semanas) y es conveniente, seguir tomándolos unos 9-12 meses, para retirarlos gradualmente, con el fin de evitar las recaídas.
Trastorno bipolar
Se padecen episodios depresivos, que se alternan con episodios de manía. En éstos, aparece una gran euforia y una irritabilidad extrema, sensación de que se sabe todo, son desafiantes, con un alto interés por la sexualidad, gran impulsividad y pueden tener hasta síntomas sicóticos.
El diagnóstico es a veces difícil, y se puede confundir con la esquizofrenia o incluso con un TDAH, si tiene algún tipo de trastorno de conducta.
Para el tratamiento, se debe utilizar estabilizadores del humor, como el litio y el valproato en períodos largos, en algunos casos, durante toda la vida; también se utilizan antipsicóticos, como la olazapina, la quetiapina y la risperidona.
Hay que tener muy en cuenta que los niños y adolescentes con el TDAH pueden empeorar al ser tratados con antidepresivos y a veces con psicoestimulantes.
El TDAH en la adolescencia
Parece que van disminuyendo los síntomas de la hiperactividad pero se mantiene los de la inatención y los de la impulsividad.
Los niños que tienen TDAH obtienen un nivel académico menor, sacan peores notas y a parte de suspender más, repiten más. Así mismo, tienen problemas en sus relaciones sociales, teniendo menos amigos y de menor duración, así como, una baja autoestima.
Según un estudios del profesor Barkley, parece que tienen más posibilidades de fracasar en el Bachillerato, de no llegar a la Universidad, de tener hijos en edad temprana; los padres, mantienen que aunque los adolescentes, han rebajado la hiperactividad, siguen siendo, muy desorganizados, no terminando sus tareas, no pueden trabajar de una manera independiente, pudiendo tener comportamientos arriesgados. Parece que si el CI es alto y los padres han estado muy pendientes de sus tareas escolares, los niños suelen progresar, pero conforme vamos avanzando en los cursos de la Secundaria, los problemas académicos aumentan.
En definitiva, que suelen tener rendimientos académicos y ocupacionales por debajo de su potencial intelectual.
Debemos tener claro que el TDAH, no se acaba con la edad, hay un porcentaje elevado que tiene que mantener la medicación toda la vida.
Tratamiento del TDAH.
Debe ser un tratamiento que con el niño que tenga un tratamiento que se base en:
· Psicoeducación: autoinstrucciones.
· Medicación.
· Terapia cognitivo-conductual.
Con los padres
· Psicoeducación.
· Entrenamiento y manejo.
Con los profesores
· Psicoeducación
· Manejo conductual
· Apoyo pedagógico
El Grupo Europeo Interdisciplinar para la Calidad en el TDAH ( EINAQ ), nos dice que el objetivo debe ser:
1. Reducir los síntomas del TDAH.
2. Reducir los síntomas comórbidos.
3. Reducir el riesgo de complicaciones.
4. Educar al paciente y a su entorno sobre el trastorno.
5. Adaptar al entorno a las necesidades del paciente.
6. Mejorar las habilidades de afrontamiento de los pacientes, padres y educadores.
7. Cambiar las percepciones desadaptativas.
Tratamiento farmacológico del TDAH
Se utiliza el metilfenidato para aumentar la dopamina en el cerebro, y la atomoxetina para aumentar la noradrenalina, estos neurotrasmisores, aumentan en las áreas frontales ( prefrontales ), cuya función, es inhibir las respuestas, filtrar el ruido de fondo y facilitar la concentración.
Ha habido un cambio de posición, respecto a la medicación que ha pasado de ser último recurso en 1987, a formar parte del plan inicial del tratamiento usado, aún así, ha ciertas resistencias a utilizar la medicación, a pesar de que algunos expertos aconsejan actuar de inmediato.
El efecto terapéutico del metilfenidato se empieza a notar entre los 30 y 60 minutos y deja de hacer su efecto entre 2 y 6 horas.
Se comercializa bajo el nombre de Rubifen, también está el de liberación prolongada, que tiene por nombre Concerta, hay otros que también se utilizan como: Ritalin, Focalin, Daytrana...etc.
Familias y escuela
Según el trabajo presentado en el II Congreso Nacional sobre TDAH en Madrid por (Bernal 2007 ), el 80% de los padres con TDAH tiene ansiedad, el 25 % tienen depresión de ese porcentaje el 80% pertenece a las madres., el 20% están separados y piensan que un 75% el factor determinante fue el TDAH, el 20% abandona el trabajo y un 60% se plantea el dejar de trabajar.
El impacto en la familia es un problema mayor que el TDAH y hay que decir sólo ayudan las Asociaciones.
De su basta experiencia llega a ofrecer 7 consejos, que sirven para llevar mejor el problema:
1. Reconocimiento y aceptación de la existencia de un problema.
2. Capacidad de los padres para repartir las tareas y responsabilidades.
3. Participación en una red de apoyo específico.
4. Conocimiento y formación específica sobre el TDAH.
5. Compromiso con el sistemas escolar, sanitario y sus agentes.
6. Funcionamiento personal, como pareja, como madre/padre al margen del TDAH
7. Si hay hermanos, se les dedica un tiempo y un espacio específicos e individuales.
En la escuela sería necesario:
· Posicionarse con el TDAH desde la perspectiva de las n.e.e.
· Conocimiento del TDAH: estrategias.
· Mejora de las relaciones del sistema escolar y la familia.
· Centrase en las soluciones y no en los problemas
· Considerar positivamente al niño y a la familia.
En las relaciones familia y escuela aconseja lo siguiente:
1. Compromiso institucional entre ambos sistemas y sus agentes.
2. Manejo de las diferencias entre adultos, dejando al niño fuera.
3. Consideración positiva recíproca.
4. Si las diferencias son insalvables tomar decisiones dejando fuera al niño.
5. No interferir en las tareas propias del contexto escolar.
6. Conocer y confiar en los recursos y servicios generales del entorno.
7. Fomentar actitudes colaboradoras familia-colegio independientemente de lo que haga el otro sistema.
Aspectos fundamentales del TDAH
Como ya hemos dicho, el TDAH se trata de una afección neurológica que proviene de un mal funcionamiento del lóbulo frontal, que es donde se regulan las funciones ejecutivas, es decir, donde está “ el ojo de la mente “ que guía, previene y planifica, sirviendo para sacar conclusiones del pasado para afrontar el futuro; “ la voz de la mente “ que es el lenguaje interno que regula y nos marca la dirección de nuestra conducta; también está “ el corazón de la mente “ que controla la emoción, su tiempo de espera y el ajuste de la reacción; la última de las funciones ejecutivas es “ el terreno de juego de la mente “ que tiene las capacidades de manejar la información, el análisis y síntesis y de realizar el proceso de planificación y de resolución de problemas ( Bonet, Soriano, Solano 2007)
Las manifestaciones más importantes son:
· Hiperactividad.
· Déficit de atención.
· Impulsividad.
· Dificultades para el autocontrol.
· Estilo cognitivo .
· Dificultades en el aprendizaje.
· Dificultades en sus relaciones sociales.
Hiperactividad
Una excesiva frecuencia a la hora de ejecutar comportamientos y opiniones, sin tener en cuenta el contexto, a veces sin fin y sin capacidad de adaptación y control.
En nuestro caso, al disminuir con la edad y ser más elevada entre los seis y once años, por lo que en Secundaria va a ser menor, aunque como resultado de esta hiperactividad, van a tener más accidentes, a veces, van a ser un poco más molestos y van a romper el ritmo de la clase con sus conductas.
Debemos como docentes permitir algo de murmullo, encargarles pequeñas tareas y facilitar que tengan que moverse, así mismo, debemos mandarles tareas más cortas y que nos las enseñen en un tiempo determinado, la realización de tareas que requieran esfuerzo mental, después de actividades físicas.
Déficit de atención
La atención nos sirve para seleccionar estímulos para poder actuar, para ello, debemos captar aquellos que sean relevantes y no dar importancia a los irrelevantes, debemos analizar dichos elementos de una manera sostenida, es decir, deberemos tener capacidad de atención selectiva y sostenida para poder tener suficientes elementos para tomar una determinación.
Es fundamental para memorizar y para tener claros nuestros pensamientos, afectos y sensaciones.
Por su propia discapacidad, son adolescentes desorganizados, olvidadizos, que presentan los trabajos en mal estado o sin acabar, no atienden en clase y se distraen con frecuencia., tienen problemas para memorizar, para atender a dos estímulos a la vez y para organizar sus pensamientos.
Por todo ello, debemos tratar de disminuir los estímulos irrelevantes, sentarles cerca del profesor, establecer protocolos de actuación señalar los aspectos más importantes y señalar los pasos, dividir las tareas y planificar sus acciones, reforzando y premiando las conductas más adecuadas.
Impulsividad
Consiste en que no saben inhibir su respuesta y no tienen capacidad para :
Evaluar las señales, acontecimientos o mensajes.
Tener conciencia del pasado y del tiempo.
Hablar consigo mismo.
Analizar las entradas para planificar y ejecutar.
Para mejorar su impulsividad debemos:
Que las normas estén muy claras y recordarlas.
Fragmentar las tareas.
Potenciar las conductas correctas con premios.
Dificultades de autocontrol
Es la capacidad de gobernarnos. Para ello, nos tenemos que detener, pensar, planificar, actuar, persistir y autoevaluarnos, es decir, que una persona con TDAH, tiene un déficit de inhibición que hace que no sepan exactamente qué es lo que pasa, no cumplen las normas y tienen dificultades para desarrollar los hábitos más básicos, no aprenden como resultado de la experiencia, no controlan bien sus emociones, terminan sus tareas y tiene conductas inapropiadas a su edad y al contexto.
Estilo cognitivo
Es el método que utilizamos para recoger la información y procesarla. Para Douglas, existen predisposiciones básicas que facilitan los procesos cognitivos, éstas son:
1. Aprender de las consecuencias.
2. Habilidades de atención y concentración.
3. Capacidad de inhibición.
4. Capacidad de regular la excitación.
Los adolescentes TDAH van a tener tres tipos de dificultades:
Mediacional.
De producción.
De control.
La mediacional, sería el lenguaje interno, la de producción, es que no identifican los contextos en donde deben, poner en práctica sus conocimientos y la de control, es que no acaban de aprender para cambiar sus respuestas.
Por todo ello, lo que nos va ocurrir con aquellos que tienen el TDAH, es que tiene dificultades, para atender, seleccionar, identificar, relacionar y memorizar situaciones, sus respuestas no son poco planificadas, no tienen aprendizajes significativos y tiene una gran rigidez ante los contextos cambiantes, estas cuestiones, hacen que tengan dificultades en la utilización de los conocimientos previos y en adaptarse a un tiempo determinado, así como, para procesar y organizar la información, eso hace que necesiten un guía que esté pendientes de ellos, por su propia falta de autonomía y necesiten ambientes estables y estructurados.
Dificultades de aprendizaje
El aprendizaje es un proceso en el cuál obtenemos datos y experiencias de la realidad, de los libros, lo almacenamos y memorizamos para interiorizarlo con el objetivo de mejorar nuestras respuestas en el futuro.
El proceso que seguimos en el aprendizaje tiene como comienzo, la fijación de nuestra atención para seleccionar los elementos relevantes de los irrelevantes, para posteriormente, proceder al almacenamiento de dichos elementos de una manera ordenada, con la intención de rescatarlos cuando sea necesario.
Para todo ello, nos hacen falta, lógicamente, una serie de funciones que hace que para los adolescentes con TDAH comiencen los problemas.
Un elemento importante en todo este proceso es la capacidad intelectual que
( Wechsler 2005 ), nos indica, que tiene una estructura de cuatro elementos:
Razonamiento verbal ( cociente verbal )
Razonamiento perceptivo ( cociente manipulativo )
Memoria de trabajo.
Velocidad de trabajo.
Estos elementos sirven para comprender la realidad que nos circunda y afrontar con eficacia y eficiencia los retos que ella nos plantee.
Parece que los alumnos con TDAH tienen un CI menor que la población general, y especialmente su memoria y velocidad de trabajo, está significativamente por debajo del nivel medio de la población, según ( Bonet, Soriano, Solano 207 )
Todas las dificultades surgen fundamentalmente del estilo cognitivo, que hace que su impulsividad, falta de reflexión y análisis, falta de persistencia y una baja autoestima y autocontrol, les conduce irremediablemente, a un bajo rendimiento académico.
Las dificultades en la lectura y en la escritura, condicionan todo el proceso posterior, que influye lógicamente también en las Matemáticas.
Todo ello trae como consecuencia una serie de fracasos académicos, que influyen negativamente en su desarrollo emocional.
Para que puedan enfrentarse a los problemas, debemos hacer que desarrollen estrategias cognitivas, que como nos plantea ( Miranda 2005 ), en el siguiente protocolo de actuación ante cualquier problema:
1. Comprender.
2. Traducir.
3. Trasformar.
4. Sintetizar.
5. Planificar.
6. Predecir.
7. Calcular.
8. Evaluar.
Por todo ello, debemos tener muy en cuenta que debemos realizar unos procesos de evaluación adecuados a sus necesidades.
Dificultades en sus relaciones sociales
Para comunicarnos hay que tener en cuenta, tanto los elementos expresivos, receptivos e interactivos, que nos van a explicar qué se dice, cómo se dice, qué se dice o cómo se habla, y que en el adolescente con TDAH, va a ser un proceso con algunas deficiencias, que tendrá sus repercusiones, al hablar demasiado, no mirar al que habla, responder con monosílabos, no percibir los mensajes internos u ocultos, ser demasiado desinhibido o brusco, acaparar la conversación etc.......así como algunos comportamientos que están fuera de contexto.
Estas cuestiones y otros comportamientos, hacen en muchos casos, haya cierto rechazo o aislamiento voluntario.
Debemos ayudarle a que comience a resolver sus conflictos, a que sean más cuidadoso con las formas, a saber que todos nos podemos equivocar y debemos perdonarnos y perdonar, en definitiva, ir avanzando hacia la búsqueda del lugar que les corresponde en nuestra sociedad.
Pautas que debe seguir el docente con adolescentes TDAH en el aula:
Sentarle cerca de su mesa y evitar los contextos que dispersen la atención.
Enseñarle la importancia del tiempo.
Mensajes cortos y contundentes.
Supervisión constante de sus avances.
División de los procesos.
Refuerzo de las actitudes positivas.
Realización de pequeñas responsabilidades que le permitan moverse.
Animarles por la consecución.
Analizar diferentes alternativas.
Facilitar su diálogo interno.
Metodología pedagógica en el aula.
En este punto me gustaría hacer referencia a aquellas consideraciones que debemos tener en cuenta los profesores que impartimos clases en la ESO, para que el contexto en el que nos movamos, en los procesos de aprendizaje, sean lo suficientemente adecuados, para que ellos puedan encontrar un camino aunque no exento de dificultades, pero más adecuado a sus posibilidades.
Para realizar este análisis, he contado con mi propia experiencia, y la de la profesora Orjales, que nos hace partícipes de ella, en su magnífico manual para padres y profesores
Todos estaremos de acuerdo, que en nuestros adolescentes con TDAH,que aunque sus niveles de hiperactividad han descendido estar en una silla durante 6 períodos lectivos, es un verdadero suplicio, de la misma manera que lo es para caso todos los alumnos.
Así mismo, su lugar en el aula, debe estar lo más cercano posible al profesor, para eliminar las distracciones y los elementos irrelevantes que dispersen su atención.
Esta cercanía, no es para llamarle la atención por su comportamiento impulsivo y poco acorde con el contexto, sino para reforzarle con estímulo positivos que le sirvan para avanzar en su trabajo, pero también en su autoestima y autoconcepto.
La motivación mediante estímulos positivos es un arma que debemos utilizar para ayudarle en sus estudios y en su propia labor.
No debemos tratar de cambiar todas las conductas al mismo tiempo, sino que lo debemos hacer es avanzar poco a poco, en procesos que deben ir adaptando a la edad.
Si es necesario, debemos dividir una proceso, en pequeñas fases que hay que ir cumpliendo.
Así mismo, deberíamos afirmar que debido a la falta de atención la subdivisión de las tareas académicas, en fases, es un procedimiento básico para que estos adolescentes avancen.
Es importante que a la vez, que dividimos la tarea, seamos capaces de lanzar más mensajes positivos de ánimo y apoyo.
A pesar de su dificultad, es muy conveniente que retiremos nuestra atención de aquellas conductas que queramos eliminar, porque en múltiples ocasiones lo que busca el que tiene TDAH, es la atención, y tratará de hacerlo con sus conductas, sean positivas o negativas, por ello, suele tener efectos muy adecuados, el utilizar políticas de ignorancia ante conductas inadecuadas.
Los castigos deben ser inmediatos, o perderán su eficacia, por lo que tienen que comprender, que una determinada acción conlleva una consecuencia.
Para que todo esté muy claro, es bueno, que las normas lo estén, es decir, que no tengamos dudas sobre lo que no debemos hacer, por ello, es fundamental que nuestros alumnos conozcan muy bien el Reglamento de Régimen Interior del centro y sobre todo, que recuerden la síntesis de las conductas, que no están bien y las sanciones correspondientes por incumplirlas.
La experiencia nos indica que una metodología basada en un aprendizaje cooperativo tiene unos efectos muy esperanzadores en todo tipo de alumnos y en especial, de aquellos que necesitan un tratamiento educativo que atienda a su diversidad.
Las ventajas del aprendizaje cooperativo son muy variadas y me gustaría citar algunas por su especial significado.
En primer lugar, vamos a trabajar en clase con el pequeño grupo, es decir, cuatro alumnos que trabajan, aprender, colaboran juntos; esta modalidad hace que se rebaje la tensión por la inmovilidad y por el silencio de una clase, por lo que estamos adaptando el contexto a las necesidades educativas de este tipo de alumnos.
Este tipo de enseñanza aumenta considerablemente la responsabilidad individual y colectiva del grupo, tanto hacia ellos mismos, como hacia el aula, así mismo, los grupos asignan papeles y el poder ejercer de profesor o de guía de otro alumno , hace que profundicen y desarrollen estrategias de aprendizaje diversas y eficaces, además de mejorar sus competencias básicas.
La realización de trabajos conjuntos, así como la exposición ante la clase, de sus experiencias y conocimientos, sirve para mejorar su autoestima, autoconcepto, integración y seguridad en sí mismo.
Esa participación colectiva, abre la posibilidad de la evaluación colectiva y a la vez, de la evaluación individual, por lo que logramos abrir la evaluación a otros elementos, y así fijarnos, en otros aspectos menos académicos y más orientados a evaluar competencias básicas.
En la enseñanza cooperativa los alumnos, se preocupan más de lo que piensan y dicen sus compañeros de grupo.
La inclusión escolar del alumno que tiene TDAH, es mucho mayor, por un contacto más estrecho que tiene con sus compañeros de grupo.
En este proceso es fundamental, que evaluemos todos los aspectos del grupo y también los individuales, para ello, debemos estar muy pendientes de las aportaciones de cada miembro del grupo, para ello será necesario trabajar los procesos de observación en la clase y al realizar pequeñas entrevistas con cada uno de ellos podremos llegar a deducir y concretar que aporta cada elemento del grupo.
No deben tener en total los alumnos de la ESO, más de dos horas de deberes.
Las asignaturas más difíciles deben ir al comienzo del día.
Está claro, que el ejemplo que demos como profesores, en cuanto a nuestra impulsividad, reflexión y sosiego, serán claves en la conducta del adolescente, ya que jugamos un papel muy importante en su desarrollo evolutivo y aunque la cristalización de la personalidad se da entre los 18 y 22 años, aquí se están cimentando las bases que les permitan avanzar.
Aunque durante la Educación Primaria, tiene unos efectos muy positivos los sistemas de motivación mediante canje de puntos, en la Educación Secundaria las motivaciones y los premios fundamentalmente serán reconocimientos públicos de que se está trabajando bien y atención personalizada.
En Secundaria, no será necesario el tiempo fuera de refuerzo positivo, que según (Orjales 2007 ) <<>> porque salvo casos muy especiales, el comportamiento del adolescente con TDAH medicado suele ser lo suficientemente adecuado, como para que tengamos que utilizar esta técnica.
Se insistirá siempre que sea necesario, en los procesos reflexivos que eviten respuestas impulsivas e irreflexivas. En el caso de ser tutor del grupo en el que está el discente con TDAH, se realizarán procesos de análisis de los problemas en los que se les presentarán, diversas soluciones a un mismo problema y se intentará reforzar, la idea, de que el tiempo suele ser un elemento muy importante en la solución de los problemas, al igual que la consulta a otras personas.
Suelen ser comunes dos elementos que resaltamos:
q La falta de control del tiempo.
q La falta de organización.
El primer aspecto deberá ser tenido en cuenta en las pruebas de control, en los exámenes, por lo que en algunos casos, tendremos que aumentar el tiempo que le damos.
Es importante dividir las tareas y pedir que las presenten según las van terminando, para conseguir el objetivo y evitar que se pierdan por falta de control y de atención.
Resulta capital, que los alumnos tengan una agenda o un sistema de comunicación de los profesores con los padres y viceversa, porque ese vehículo, servirá para que él sea consciente de los trabajos que debe presentar y hacer.
Hay que evitar y para ello tendremos que estar muy vigilantes, de los procesos de aislamiento o de rechazo que se producen en un porcentaje elevado de adolescentes con TDAH en las aulas.
El porcentaje de fracaso académico de alumnos con el TDAH es alto, por lo que debemos estar atentos y realizar las adaptaciones necesarias para conseguir que esos alumnos alcances los objetivos educativos, teniendo presente que en muchos casos no será necesaria que la adaptación curricular sea de contenidos.
Sus dificultades parten fundamentalmente de su falta de atención y su impulsividad a las que debemos añadir sus graves problemas de gestión del tiempo y de organización.
Sin embargo, debemos aprovechar su optimismo, entusiasmo, creatividad, flexibilidad y energía.
La potenciación de su creatividad debe hacerse en todas las Áreas, aunque especialmente en aquellas relacionadas con las Artes, porque les van a dejar espacios para la creación y para la mejora de su autoestima y autoconcepto.
Debemos tratar de evitar las metodologías, que planteen procedimientos aburridos y repetitivos.
Así mismo, es conveniente potenciar ese entusiasmo y energía para que canalicen sus esfuerzos en la solidaridad con los más favorecidos.
Decía el psiquiatra Rojas Marcos que “ en el corazón de todas las crisis existe una oportunidad “ .
Hemos de tener claro dos cuestiones, según (M. Peña 2008):
1. El castigo no va a funcionar sino hay algo positivo para ofrecer.
2. La velocidad de ejecución es muy importante. Hay que ejecutar la justicia inmediatamente.
Les tenemos que dar más esperanza de éxito y trasmitirles nuestro amor y valoración y sobre todo romper el ciclo del fracaso.
martes, 12 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)